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Buena Vida

Una dieta para los adictos a la tecnología
La ‘digital detox’ propone desconectarte del mundo digital para disfrutar de la interacción social y la naturaleza.
La ‘digital detox’, o desintoxicación tecnológica, es la respuesta a la adicción del siglo XXI. Se trata de un tiempo sin TV, sin conexión a Internet, con el teléfono bajo llave; sin comentar cada uno de tus pasos en Twitter o selfies para compartir en Facebook.
No, no estoy describiendo el fin del mundo, sino una tendencia que crece en el mundo e intenta reducir el uso excesivo de la tecnología. Las propuestas llegan de la mano de instituciones que prometen fines de semana para el respiro digital, restaurantes que prohíben el uso de gadgets en la mesa y hoteles que ofrecen paquetes exclusivos para los que desean ‘desintoxicarse’. Es más existen aplicaciones para ayudarte a controlar tu adicción.
¿Qué síntomas presentan las personas que requieren esta ‘dieta’?
Revisar el teléfono cada 10-15 minutos, despertar a mitad de la noche para verificar los últimos mensajes o correos, preferir las conversaciones en la pantalla a las físicas, entre otros más agonizantes.
Lo primero que debes hacer es reconocer la dependencia y luego establecer un tiempo para desconectarte de la tecnología. “Huir de los bites de vez en cuando para prestar atención al mundo analógico, sin pantallas, es recomendable para volver a coger la rutina digital con más ganas y más productivamente”, plantea Melissa del Cerro, máster en Sociedad de la Información y el Conocimiento y promotora de Desintoxicación Digital (desintoxicacion-digital.com).
Luis Felipe Andrade, psicólogo clínico que trabaja con adultos y adolescentes en el manejo de fobias, señala que la dependencia tecnológica trae consecuencias que pueden evitarse tomando conciencia y deseando un cambio. De no reflexionar a tiempo, el usuario puede presentar trastornos de estrés y ansiedad, atención dispersa, aislamiento, reducción de tolerancia y frustración.
La ‘digital detox’ se puede practicar a diario. Hay quienes son capaces de imponerse unas horas de desconexión después del trabajo y otros que se proponen hacerlo los fines de semana. Es hora de convertir la tecnología en transparente, imperceptible e intuitiva, para que nos acompañe en la vida sin interferir ni estorbar.
Ponte reglas
Establece una política de ‘no tecnología’ a la hora de comer. Todos los miembros de la mesa deberán comprometerse a mantener los dispositivos digitales en modo de silencio o lejos.
Date un chance
Cada dispositivo tiene un botón para apagarlo. Sin embargo, somos peculiarmente renuentes a utilizarlo. Hacerlo a la hora de dormir es una buena idea: tendrás un sueño tranquilo.
Evita ser un ‘buscatodo’
Es decir renuncia a los mapas, buscadores y los sitios de recomendaciones. Por una vez en la vida hay que entregarse a la casualidad, a lo inesperado.
Mira antes de compartir
Antes de hacer una foto y enseguida querer compartirla en las redes sociales, asegúrate de degustar el momento, respirar el aire profundamente, solo así disfrutarás la experiencia.
Valora a tus panas
La tecnología nos ha obligado a compartir nuestra atención entre dos o más situaciones. Cuando estés con amigos deja a un lado tus gadgets y disfruta la compañía. Que sea una regla.