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Buena Vida
¿Es bueno ‘camellar’ sin presión?
Un equipo motivado hace un mejor ‘camello’. Bajarle a la presión y tener más libertad al momento de trabajar podría ayudar a mantener el buen ánimo en la oficina.
Que un equipo motivado hace un mejor ‘camello’ es algo que Jhon Ochoa, propietario de la empresa Broker Bienes Raíces, ubicada en Guayaquil, sabe muy bien. Y es que los trabajadores que se sienten realizados —asegura el ingeniero comercial a Diario Extra— incrementan su productividad hasta en un 30 %. La pregunta ahora es: ¿cómo se mantiene ese ánimo entre los colaboradores?
En su opinión va de la mano con dejar a la personas desempeñarse libremente, aunque bajo ciertos parámetros. Advierte, sin embargo, que no resulta fácil, pues las ‘ganas’ suelen perderse en los primeros seis meses de trabajo en una compañía, ya sea por factores internos —como un ambiente laboral tóxico— o externos —como problemas familiares—.
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Resalta además que, contrario a lo que podría creerse, el ‘billete’ no es lo único que impulsa a un empleado a cumplir con sus obligaciones; la “confianza” que pueden sentir cuando se les permite laborar según su criterio —sin dejar a un lado los lineamientos de la empresa y de sus superiores— también es un aspecto importante.
Ese es el caso de Julián Salinas Navarro, colaborador de Ochoa, quien menciona que siente confianza cuando su jefe le delega funciones sin estar todo el día encima de él. “Es bueno fiscalizar, analizar y pedir resultados de los procesos; pero cuando nos dejan solos sentimos que ese mismo jefe está confiando en nosotros”, dice el asesor comercial, quien destaca que los nuevos métodos de su empleador han dado recompensas.
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Al igual que Ochoa, el ingeniero comercial Carlos Carrillo, supervisor de personal en Aquarium S.A., empresa dedicada al procesamiento de cerámica, considera que las recompensas monetarias no producen rendimiento ni productividad en el largo plazo. Para él es “conveniente” usar el recurso del work freely (trabajo libre) para no ejercer presión sobre sus empleados y que el producto o servicio no resulte perjudicado por actitudes personales como una mala atención al cliente.
Señala que es un error creer que el dinero es sinónimo de “alegría y felicidad” para los empleados. “Está demostrado que los programas de recompensa que solo se centran en dinero en efectivo pueden desmotivar, pues los empleados suelen sentir que van detrás de la zanahoria”, comenta.
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Y es que los motivos por los que los colaboradores pueden sentirse realizados en sus áreas de trabajo varían: mientras que a uno le funciona el dinero o los días libres, a otro lo motiva un nuevo reto o la confianza de los jefes”, explica la psicóloga organizacional Susana Quirola, de la Agencia de Jóvenes Empresarios (AJE).
Fomentar y mantener la actitud positiva con la que se inicia un empleo depende de aquellos que están a la cabeza. Y, según Quirola, en algunos casos las fallas se presentan en las “raíces” del liderazgo; es decir, en las políticas que las empresas emplean para dirigir a sus trabajadores y en las relaciones que cada jefe establece con sus subordinados.
Entonces —apunta la psicóloga— se necesita un cambio de actitud y cierta empatía para lograr las metas en común. “Como líderes tenemos que entender que hay ciertas cosas que los trabajadores esperan de su labor. Entre esas, igualdad y espacio; es decir, que la remuneración, beneficios y seguridad del trabajo sean respetados”.
Ventajas de trabajar libremente
Quirola enumera los beneficios de trabajar con mayor libertad.
- Crea objetivos personales
- Fomenta a que se compartan metas semanales
- Inspira a los empleados y jefes cuando hay buenos resultados
- Deja que fracasen para tomar correctivos
- Acorta la semana
Sin embargo, cuando un individuo recibe aumentos, es ascendido o recibe un reconocimiento, tiende a confiarse, indica. “Creen que porque ahora son reconocidos ya no tienen que seguir esforzándose. Este tipo de actitudes pueden ser perjudiciales para una compañía”.
También recomienda qué hacer cuando un colaborador se está pasando de la raya: “el empleado incapaz es aquel que por más ayuda, tiempo, y recursos que se le dé, va a boicotear todas las ideas del jefe. Así no se podría trabajar”, dice Quirola.
La especialista aconseja que se emplee este recurso —el de bajarle a la presión— por períodos de tiempo: “el jefe debe poner en práctica estas herramientas con intervalos de tiempo para analizar los resultados. Si los números son positivos, hay que seguir con el método; pero si no, hay que dar marcha atrás”.
Desventajas de ‘camellar’ sin presión
- Puede bajar la actividad del trabajador
- Disminución de la calidad y productividad
- Desorganización de tiempos
- No hay una planificación
Bajo estos criterios, Susana Quirola insiste en que debe existir comunicación horizontal entre jefe-colaborador para ‘sacar adelante’ a la empresa.“Para mantener la actitud positiva con la que se suele entrar a trabajar es indispensable que cada gerente sea capaz de expresar un propósito sólido para su unidad de trabajo”, concluye.