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Johan Mina ha sido seleccionado en las categorías sub-15 y sub-17.Ángelo Chamba / Extra

“Por la pelota le picaban los pies”

Mercedes Mendoza, la mamá de Johan Mina, le abrió las puertas a EXTRA y contó detalles personales de la vida del Mini-Tri. Desde muy pequeño le gustó el fútbol.

27 medallas y 5 trofeos, exhibidos en la sala de su hogar, son el resumen de la carrera de Johan Mina, de 17 años, que actualmente disputa el Sudamericano sub-17 con la Mini-Tri y destaca por los cuatro goles que ha marcado.

Un chico tranquilo, apegado a su familia, que desde pequeño mostraba su tendencia hacia el fútbol. Andaba con la pelota de arriba para abajo como si fuera su mejor amigo. Prefería quedarse dentro de la casa mirando jugar a su ídolo, Lionel Messi, en vez de salir a la calle.

“Los amigos lo buscaban. Le gritaban desde la ventana que saliera a jugar y les respondía que ya iba, que estaba viendo fútbol, para que lo dejaran ver tranquilo (entre risas)”, manifiesta con nostalgia la mamá de Johan, Mercedes Mendoza.

André, como le dicen sus familiares, el menor de tres hermanos siempre estuvo rodeado del deporte rey. Su padre Joaquín Mina fue jugador de Emelec, su hermano mayor Jair Mina tuvo un paso fugaz por Macará y su otro consanguíneo, Jorman Mina, juega en Estudiantes del Guayas.

“Todos han sido futbolistas, pero Andresito desde muy pequeño decía que quería ser jugador. Por la pelota le picaban los pies y a veces se escapaba para jugar”, recalca Mercedes con una sonrisa.

Con cinco años, en las calles del Guasmo empezó a demostrar su talento que tiempo más tarde lo ayudaría ingresar a las formativas de Emelec. Donde estuvieran jugando fútbol, Mina estaba presente, ya sea en la pampa o en la calle con unos arcos improvisados.

“Él buscaba jugar con los más grandes, era el único chiquito y aún así jugaba mejor que los otros”, dice la madre.

Siempre fue un muchacho que le gustó la tranquilidad y su espacio personal. Hasta ahora sigue siendo igual, ya que cuando está en su hogar prefiere no salir y descansar para estar en óptimas condiciones para cuando le toque actuar.

Su dormitorio es muy discreto, solo tiene las cosas que para él son esenciales. Una cama, un velador, una botella con agua y fotos de recuerdos de cuando levantó algún trofeo. Televisor y videojuegos son cosas a las que considera secundarias, por eso que no las usa.

“Él tiene PlayStation, pero prefiere estar en su celular o viendo partidos en la sala”, manifiesta ‘la mamá del 10’ como la conocen.

Johan se fogueó disputando diferentes barriales que se realizan en el Puerto Principal, hasta que cumplió los 11 años y tomó la decisión de ir a probarse en el equipo de sus amores, el Bombillo. Fue uno de los 10 seleccionados, entre 300, que participaron en el selectivo. “Mi hijo un día se me acercó y me dijo que quería jugar en un equipo importante, por eso decidió ir a Emelec”.

No le importaba viajar solo en buseta, una hora de ida y una hora de venida, con tal de ir a entrenar al complejo de Rocafuerte con los eléctricos. Siempre es el primero en llegar y el último en salir.

“Nunca faltó a una práctica, con lluvias y tempestades se ha ido a los entrenamientos”, recuerda Mercedes.

Una vez en uno de sus viajes fue asaltado y golpeado por hinchas contrarios. Le quitaron la remera que cargaba y su bolso donde tenía su indumentaria deportiva. “Hinchas de Barcelona le quisieron hacer daño porque tenía la camiseta de Emelec. Mi hijo me contó que tuvo que salir corriendo del bus hacia un patrullero para ponerse a salvo”.

Aprovechó bien la oportunidad que se le presentó. Enseguida destacó en las formativas y se adueñó del número 10, lo que le valió para tener su primer llamado para defender la Tricolor.

Su primera convocatoria fue cuando tenía 14 años. Luego de saber del llamado Mina llegó a su casa con cara de preocupación para sorprender a su madre. Con tristeza le dijo debía “decirle algo”, lo cual preocupó a Mercedes, pero de la nada saltó y le gritó “mami me llamaron para jugar con Ecuador”.

“Él estaba orgulloso de vestir la Tricolor y me dijo: mamá este es el primer paso para estar en la selección mayor”.

A pesar de su delgada contextura es ‘cuchara brava’. Come bastante y su debilidad son los tallarines con queso y crema de leche, además del arroz con puré y carne apanada.

Johan Mina siempre cuenta con el apoyo de sus más allegados, a pesar de que no pueden acompañarlo a las diferentes citas ecuánimes que disputa. “Entre familia y amigos nos reunimos para ver los juegos de André. Los amigos vienen desde el Guasmo”.

Ahora, con su destacada participación en el Sudamericano sub-17 lo ha puesto en la palestra internacional. El Chelsea y Tottenham de Inglaterra buscan quedarse con el talento del guayaquileño y ya han hecho saber su interés. Asimismo, lo buscan a nivel nacional.

“Ya hay ofertas concretas. Solo estamos esperando que Johan cumpla la mayoría de edad para tomar una decisión”, finalizó.

Paralización en sus estudios

Actualmente no estudia Johan Mina. Por el momento los dejó a un lado para concentrarse de lleno en la selección nacional. Aunque está contemplando la idea de terminar el bachillerato a distancia.

“Fueron ingratos con André”

Desde hace un año Johan Mina no entrena con Emelec. La temporada pasada fue relegado por el entrenador Poen Alarcón porque no firmaba el contrato que le ofrecía la dirigencia. “Lárgate, no vas a entrenar hasta que tus padres firmen el contrato”, recuerda Mercedes lo que le decía el DT a Mina.

Incluso le quitaron toda la indumentaria que le había otorgado el club. “Emelec ha sido ingrato con mi hijo y lo han tratado mal. Prácticamente lo botaron”.

En la actual campaña no entrenó para nada con el Bombillo. Se mantuvo con un instructor particular para mantenerse en forma y así pueda llegar con ritmo al Sudamericano.

El presidente Nassib Neme personalmente se comunicó con el entorno de Johan para hacerle una primera oferta. La cual consistía en un contrato por seis años, sin cláusula de rescisión y con un sueldo de $400, y si jugaba con el primer equipo se le duplicaba el monto ($800). Esta fue rechazada.

Hubo un acercamiento más, pero de igual manera no llegaron a un acuerdo. “Nos hicieron la misma oferta y Johan se dio cuenta de esto y me dijo que no firme”, finalizó.

Nos intentamos comunicar con el presidente Nassib Neme, pero hasta el cierre de este artículo no obtuvimos respuesta alguna.