Han pasado cuatro años del primer título que logró Ecuador en un torneo Conmebol: el Sudamericano sub-20. Y uno de los artífices de aquella hazaña fue el argentino Jorge Célico, quien dirigió a la MiniTri que se consagró en el torneo realizado en Chile.

Desde el 20 de enero, la selección nacional defenderá su título en el mismo certamen juvenil, que esta vez se disputará en Colombia, y a Célico se le vienen gratos recuerdos a su mente.

El técnico le revela a EXTRA cómo fue el proceso para armar el grupo que terminó haciendo historia; los jugadores que descubrió; pero también habla sobre su desacuerdo con el aumento a 8 jugadores extranjeros en la LigaPro y que no se arrepiente de haber dejado su proceso en la sub-20 para dirigir a Barcelona.

Se viene el Sudamericano sub-20 ¿Qué recuerdos se cruzan por su mente?

Los mejores. Creo que las personas no le dan tanta importancia a lo que pudimos conseguir. El título que logramos en Chile es el primero a nivel Conmebol para el país. Ganar el Sudamericano sub-20 no fue cualquier hazaña y eso me llena de mucha emoción y orgullo porque soy parte de algo histórico.

¿Cómo fue el proceso que hizo para armar dicha selección?

Fue un trabajo de muchos meses. Recuerdo que recorrimos el país, vimos a más de mil jugadores en distintos microciclos y amistosos. Fue un trabajo arduo el que hicimos y muy complicado, pues hicimos varias depuraciones hasta llegar a la lista final (23 jugadores).

¿A qué jugadores descubrió durante la selección previa?

Haber recorrido el país nos dio la oportunidad de ver a talentos que no estaban en clubes grandes como Alexander Alvarado. Él jugaba en ese momento en Gualaceo; Sergio ‘la Máquina’ Quintero, que estaba en Imbabura; Richard Mina, campeón con Aucas y actualmente en Liga de Quito, estaba sin equipo antes del Sudamericano; Gustavo Vallecilla tenía poco espacio en Aucas. Leonardo Campana, si bien era parte de Barcelona, estaba pensando en dejar de jugar al fútbol.

¿Por qué Campana quería dejar la carrera?

Estaba pasando por un momento complicado, no sabía si seguir jugando o no profesionalmente. Lo cité una primera vez a un microciclo y no pudo asistir y en un segundo llamado fue, lo vi y me encantó mucho. Vi un jugador muy técnico y sabía que podía triunfar con la selección. No me equivoqué.

¿Campana siempre fue la primera opción para el ataque de la selección sub-20?

Teníamos a Djorkaeff Reasco que venía haciendo muchos goles con Liga y a Stiven Plaza, figura juvenil de Independiente del Valle. Más atrás venía Leo, pero todo se dio para que él se convierta en el atacante titular: primero porque Reasco se lesionó y segundo porque Plaza se fue al Real Valladolid.

¿Le sorprendió que Campana no haya ido al Mundial de Catar?

Claro, yo hubiera querido que esté. Fue raro no verlo a Leo, porque es un chico de un potencial enorme, venía bien en su club (Inter de Miami de la MLS), pero son decisiones que cada técnico toma y se tienen que respetar.

Retomando el torneo de Chile, ¿fue difícil manejar ese grupo?

No, para nada. Se armó un grupo con unos muchachos extraordinarios, tanto en la parte deportiva como humana. Claro que hubo uno que otro travieso (risas), pero ninguno malcriado.

¿Quién era el más ¿travieso del equipo?

Gonzalo Plata (risas). Él es un chico muy alegre, jodón, pero a la vez muy reservado. Con él nos costó al principio, porque mantenía cierta distancia, difícil de abrir sus sentimientos, pero con el pasar del tiempo fue agarrando confianza con nosotros (cuerpo técnico) y eso sirvió para que se sienta a gusto y explote en ese Sudamericano.

Cuando Plata tuvo el accidente en España, ¿habló con él?

Claro, lo llamé para conversar y aconsejarlo. Me reservo lo que pudimos conversar, pero sentí que debía hacerlo, él me escuchó y es bueno que no haya pasado a mayores.

¿Los jugadores de esa sub-20 lo ven como un padre?

Puedo decir que sí. Hicimos una muy buena conexión con todos. Hace poco vino José Cifuentes a casarse, me invitó a la boda y pude ver a varios de ese grupo. Les tengo mucho cariño.

¿En qué momento usted sintió que Ecuador estaba para salir campeón del ¿Sudamericano?

Cuando le ganamos por segunda vez a Argentina (la primera le ganaron 1-0 en la fase de grupos y la otra 2-1 en el hexagonal final). En ese rato dije que estábamos para salir campeones. En ese partido vi a los chicos con hambre de ganar el torneo. Afortunadamente todo se dio favorable.

¿Cree que la actual sub-20 de Ecuador podrá retener el título?

Hay un gran equipo. A la mayoría de los jugadores que estarán en esta selección los conozco muy bien. Me parece que faltan un par, que están jugando en el exterior, pero ya cuando se van a otros países es difícil que les den permiso y es comprensible. Más allá de eso, creo que se puede volver a realizar un buen torneo.

Patricio Lara fue su asistente desde el 2009 en la Universidad Católica y también lo fue en la sub-20, ¿por qué terminó la relación profesional entre ambos?

Son cosas de adultos. Con Lara nos peleamos por el trabajo, hubo diferencias de criterios y creí que lo mejor era terminar la relación (se dio en 2020). Pero ahora ya somos amigos de nuevo (risas).

¿Siente que su trabajo incidió en la selección de mayores?

Sin duda, muchos de los chicos que triunfaron en el Sudamericano de Chile los vimos hace poco en el Mundial de Catar. Pero antes de eso, cuando dirigí a la selección mayor (de forma interina a fines de 2019) les abrí el camino a muchos, como Plata, Alvarado, Cifuentes, Moisés Ramírez, Jhon Espinoza, entre otros. Además, les dimos oportunidad a Félix Torres, Pervis Estupiñán y varios más, que hoy son figuras en la selección. Cuando llegó el ‘profe’ Gustavo Alfaro se apoyó mucho en mí.

¿Se arrepiente de haber salido de la Federación Ecuatoriana de Fútbol para dirigir a Barcelona?

Para nada, soy un agradecido con los dirigentes que me llevaron en su momento a la selección y con los que están actualmente, pero era un lindo reto en mi carrera. Lastimosamente, no me dejaron terminar el proceso en Barcelona.

¿Quién o quiénes no lo dejaron terminar su proceso?

La dirigencia de Barcelona. Luego de perder de visita con Gualaceo (en septiembre pasado) la dirigencia me notificó que no iba a continuar. Respeté la decisión, pero me quedé con esa espina de llegar hasta la parte final con el equipo. Tenía un proyecto de trabajar mucho con las canteras, pero no se pudo dar.

Y sobre la aprobación del cupo de 8 extranjeros en la LigaPro, ¿está de acuerdo?

No. Me parece que es excesivo el número. Esto no le dará chance a los chicos de las canteras de demostrarse en el primer equipo y creo que a la larga puede incidir negativamente en la selección. Algo similar a lo que ocurre con el combinado de México. Allá tienen muchos extranjeros en la liga local y eso está repercutiendo para mal.