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Opinión

¡Terror a punta de bala!

No es solo el sur de Guayaquil. Ni son solo los guasmos o los barrios de la periferia en el noroeste empobrecido. Es toda la ciudad: lo es al norte, antes considerada zona ‘segura’; es la Kennedy, Urdesa, el centro... todo, incluyendo a ese ‘gran Guayaquil’ que acordona en una sola a Samborondón, Durán, Yaguachi, Milagro,Daule y otras poblaciones satélites. ¡Todas tomadas por la violencia criminal a punta de bala!

EXTRA recoge en sus páginas diariamente hechos sangrientos que reflejan el nivel de inseguridad y terror en que viven los ciudadanos. Y si quieren más, incluso aquellos noticiarios de televisión cuya tendencia siempre ha sido la política, ahora dedican sendos espacios a la crónica roja y hechos delictivos.

Así nomás, las principales ciudades del país están siendo tomadas por la delincuencia, en especial aquella relacionada con el tráfico y microtráfico de drogas. Los sicariatos están ‘a la orden’ del día, se mata a cualquier hora y donde sea, sin importar que se lo haga frente a niños.

Según recoge una investigación de este Diario, en promedio, cada cuatro horas se registra un crimen violento relacionado con hechos delictivos. ¡Cada cuatro horas se mata! Así de simple. Dos de los últimos hechos son de terror: uno en Urdesa, a pleno sol, y otro en Bastión Popular, bloque 10, donde 3 niñas que jugaban presenciaron cuando un sicario le ‘pegó’ varios tiros a un hombre.

Corresponde ahora al gobierno del presidente Guillermo Lasso enfrentar este monstruo en que se ha convertido la delincuencia criminal. Y es hora de hacerlo ya.