Todo está listo para que los ecuatorianos disfruten tres días de asueto cumpliendo, en la medida de lo posible, las normas de bioseguridad y autocontrol sanitario que, se supone, ya deberían ser una cosa muy natural a estas alturas, después de dos años de pandemia.

Y aunque este será el primer feriado casi sin restricciones en mucho tiempo, es necesario seguir cuidándonos, para que los días de carnaval luego no pasen factura y lo disfrutado quede en nuestra memoria como un buen recuerdo y no como una fea resaca.

Es cierto que los niveles de alerta en Ecuador por coronavirus han bajado y regirnos por un semáforo ya es parte del ayer, lo cual podría ser una noticia alentadora después del último rebrote de ómicron que dejó el feriado de año nuevo; pero con un carnaval encima no hay que olvidar que la pandemia aún se encuentra entre nosotros y que cada feriado que hemos celebrado ha dejado una nueva ola de contagios.

Al estar en nivel de alerta 1, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional eliminó las restricciones de aforo en los lugares de atención al público, y las playas no tendrán límites de horario para su acceso, mientras que el aforo en espectáculos masivos será del 75 %.

Sin embargo, pese a la buena nueva, es necesario no dormirnos en los laureles. Hay que decirlo una y otra vez, porque al parecer los ecuatorianos, cuando se trata de disfrutar, somos de memoria frágil. ‘Vacilemos’ y tengamos un feliz carnaval, pero, por Dios, no olvidemos que aún debemos cuidarnos ante la COVID.