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Quito

Fiestas de Quito: los excesos, bailes y escenas virales dentro de las chivas
Besos mojados, bailes atrevidos, trago camuflado y el chullita quiteño de fondo musical. Así se vive un recorrido en estos medios de transporte
Karina González y sus amigas del trabajo se dirigen a las Naciones Unidas, en el norte de Quito, para buscar adrenalina. Es sábado por la noche y, hace pocas horas, las jóvenes salieron de ‘baby shower’ de una compañera pero les faltó emoción.
“Estamos en Fiestas de Quito y necesitamos ‘zapatear’”, les dijo Karina a sus ‘cómplices de la pachanga’ y decidieron subirse a una chiva. Estos medios de transporte coloridos se han convertido en las ‘discotecas ambulantes’ preferidas de quienes festejan a la ciudad capitalina sus 491 años de fundación.

Karina y sus amigas suben a una chiva para sacarse la pica de ‘armar el despelote’. El vehículo se llama Guaytamba, porque sus propietarios son de Ambato, localidad donde se produce un tipo de durazno llamado guaytambo.
Buscaron un espacio cómodo para bailar tranquilamente y, mientras esperaban a que el ‘camión parlante’ se llenara, compraron canelazo con ‘guaspete’ (licor) a los vendedores informales que se colaban entre tanto “chullita quiteño”.
Recorrido lleno de fiesta
Y arrancó la fiesta sobre ruedas. El recorrido de una chiva inicia en la Naciones Unidas, avanza por la avenida Amazonas, llega a la Patria, toma la 10 de agosto hasta la Basílica y luego retorna por esta última vía para llegar al punto de partida.
Al inicio, los ocho grupos de amigos, familiares, compañeros de trabajo y parejas estaban tímidos. Movían su cuerpo con recelo. Como que estaban ahí por compromiso.

Sin embargo, desde que el líder de cada grupo sacó la botella de ‘canelazo’ que tenía camuflada, todo se alborotó. Karina fue la primera en servir una ronda. El resto de usuarios, al verla a ella y a sus amigas, les siguieron el juego.
En menos de cinco minutos, esa chiva comenzó a vibrar por los gritos y pasos prohibidos que se mandaban los ocupantes. El Dj ponía Tierra Canela, luego pasaba a Don Medardo y sus Players, seguía con música nacional, merengue y salsa, y a todos los ritmos se acomodaban los fiesteros.
Se prendió la fiesta
Cuando sonó la primera melodía de reguetón, el recorrido de la chiva llegó a su climax. Fue tanta la algarabía de los bailarines que otra chiva que pasaba por el sector se detuvo para que sus ocupantes tomaran fotografías de lo que se vivía en el interior de la Guaytamba.
Carolina Morán, amiga de Karina, fue una de las chicas que más llamó la atención. Parecía que se ‘desconectó’ de este mundo. Sostuvo un tubo dentro de la chiva, cerró los ojos y bailó sensualmente por varios minutos. Cuando regresó en sí, sus amigas la ovacionaron por el espectáculo que dio. “Me fui activando con las canelas y la pasé bien”, comenta Carolina.

Besos desenfrenados
En la intersección de las avenidas Iñaquito y Naciones Unidas están ubicadas 30 chivas esperando a los fiesteros.
En esa zona también recorría un pelotón militar, más de 20 policías y decenas de funcionarios del Municipio, quienes mantenían un dispositivo de seguridad en la zona para evitar problemas entre los ciudadanos y prohibir la venta ambulante en que supuestamente se camuflan expendedores de estupefacientes, según indicó un miembro de la Secretaría de Seguridad.
Operativo de seguridad
Este explicó que el objetivo es que los ciudadanos puedan disfrutar de las Fiestas de Quito sin que corran el riesgo de ser asaltados o víctimas de una riña callejera.
Y un grupo de universitarios aprovecharon este escenario para hacerse ‘poncho’ (emborracharse) mientras viajaban en una chiva. El grupo lo conformaba siete personas: dos parejas y tres chicas. Estos llevaron botellas de vodka camuflados en sus mochilas y, desde que inició el recorrido, bebieron ‘hasta decir basta’.

Durante todo el trayecto protagonizaron escenas que provocaron que el mismo animador de la chiva sacara su celular y los grabara en una transmisión en vivo. Bailaron pegaditos, se pasaron el trago con la boca, se besaron desenfrenadamente y gritaron ‘como si no hubiera un mañana’.
Diversión en las chivas
Cerca de ellos estaba otro grupo de jóvenes, quienes aseguraron que les habían dicho a sus padres que tenían un trabajo en grupo pero, en lugar de eso, sudaron y se emborracharon en la ‘discoteca ambulante’ preferida para los capitalinos.
El Municipio de Quito autorizó la circulación de 54 chivas por las festividades capitalinas. Los dueños de estas debieron aprobar un proceso de registro, revisión e inspección técnica de sus vehículos.

Los funcionarios municipales y la Policía Nacional tienen que lidiar con el ingreso camuflado de bebidas alcohólicas sin registro sanitario al perímetro de las chivas que está cercado para el acceso vehicular.
Sin embargo, siempre hay intrusos que logran meter licor adulterado y que se hacen pasar como clientes de las chivas para subirse y ofrecerles antes de que salga el vehículo.
Otros son más descarados y se ubican al otro lado de la calle para ofrecerles a los usuarios mientras el camión tuneado recorre los primeros metros.
Por su parte, la Policía suele tener problemas con ‘chullitas’ que están alcoholizados y no quieren retirarse del sitio.
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