Los voceadores de la provincia de Pichincha celebraron sus 101 años de vida jurídica, la tarde del viernes 2 de mayo de 2024, en las instalaciones del Mercado América, en el centro de Quito.

El evento empezó con una misa, luego compartieron alimentos entre los socios y sus familiares para, finalmente, disfrutar de un concierto que tuvo la presencia de artistas para todos los gustos musicales, como Jengenia, Johan Esteban (vocalista de Rock Star), Lenín Chávez (el Chicherito) y Rocco.

(Lee también: La historia de Gisela Silva González, psicóloga ecuatoriana en la Franja de Gaza)

Mario Báez, presidente de la Sociedad de Voceadores de Pichincha, mencionó que en este año también se está trabajando para que el Municipio capitalino declare patrimonio intangible de Quito a los voceadores, así como lo son ya los poncheros y betuneros.

El dirigente comenta que el objetivo es lograr que este noble oficio no desaparezca y tampoco sea olvidado, sobre todo porque la cantidad de socios ha ido disminuyendo desde la pandemia por COVID-19.

Antes de esta, eran 557 compañeros voceadores en la provincia, mientras que en la actualidad llegan a 230. Báez precisa que otra situación que ha disminuido la cantidad de miembros es que nos encontramos en una era digital. Por ese motivo reitera su compromiso para lograr que los voceadores tengan su reconocimiento.

Una de las personas con más trayectoria en este oficio es Carmen Olmedo. Ella tiene 94 años y labora vendiendo diarios desde hace 75 años, en la zona de la caja del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Ella explica que en la actualidad quedarán entre cuatro y diez voceadores de su época. “La mayoría ya se fueron”, explica.

Ella, en este evento, fue una de las priostes. Durante la misa se encontraba en un puesto especial, cerca del sacerdote.

Martha Gualotuña, en cambio, tiene 53 años vendiendo periódicos y otros productos en la capital. Ella sostiene que en su familia ella hace parte de la tercera generación de voceadores, pues es la sucesora de su madre, quien falleció hace un año y ocho meses.

“Vendo desde niñita, desde los 10 años. Yo tengo 63 años y a mi mamá yo le ayudaba. Nosotros esperamos que esto no se vaya a acabar, queremos seguir así con nuestros compañeros.

En el festejo también hubo pirotecnia para expresar la alegría que sentían. Además, durante la misa no faltaron los cánticos y aplausos bajo la guía del sacerdote, quien sin compañía musical u orquesta logró llevar a cabo los himnos religiosos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete a EXTRA!