Se jactan en redes sociales filmando videos mientras disparan al aire y realizan sus fiestas en la calle. O en los sepelios de sus amigos tirando bala con coraje y amenazando con venganza a la policía o a grupos delictivos enemigos. O simplemente se graban enseñando todo su arsenal, queriendo mostrar que son ellos quienes mandan en el país.

Y es que luego de 90 días de un estado de excepción nacional para enfrentar al narcoterrorismo y la violencia armada en Ecuador, y pese a que algo de calma trajo al menos en los primeros dos meses del accionar conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía, la delincuencia volvió a tomar bríos y, al parecer, los pillos están hasta mejor armados que la misma Policía Nacional.

  Un claro ejemplo de ello fueron los 51 fusiles de guerra AK-47 hallados encaletados en un sector rural de Crucita, en Manabí. ¡Había armas hasta con colores en su mango, como para elegir un color para cada día! El valor normal de estos fusiles es de unos 5.000 dólares cada uno, aunque en el mercado negro ese valor puede ascender hasta los 20 mil dólares.

La reciente consulta popular le dio el ‘sí’ a la posibilidad de que este tipo de armamento decomisado, luego de seguir cierto procedimiento de registro, pueda ser usado por la fuerza pública. ¡Ojalá esto pueda hacerse pronto, a fin de equiparar en algo las fuerzas y enfrentar como se debe al narcoterrorismo armado para la guerra!