Frente al emblemático Buque Escuela Guayas, atracado en el río del mismo nombre, estaban formados los primeros 107 estudiantes de la Escuela Superior Naval Comandante Rafael Morán Valverde (ESSUNA) en la tarde del jueves 2 de mayo, que iniciaron el Crucero Internacional de Instrucción Mar Báltico 2024.

Ellos se encontraban firmes mientras que la seriedad marcaba su rostro. Su vestimenta, una camiseta azul con un pantalón blanco y medias y zapatos a juego con este último, era un distintivo de lo que harían: surcar los mares siendo “embajadores itinerantes” del Ecuador, según autoridades navales.

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La salida del Buque de la ciudad de Guayaquil inició con una ceremonia que estuvo prevista para las 11:30, pero que fue inaugurada con la llegada del ministro de defensa Giancarlo Loffredo junto con el gobernador de la provincia del Guayas, Vicente Auad, a las 12:00.

Previa a la entrada del alto funcionario, autoridades de las Fuerzas Armadas también ingresaron con honores, entre ellos el contralmirante Pablo Caicedo Salvador, jefe del Estado Mayor de la Armada, así como Edwin Adatty Albuja, comandante general de la Fuerza Terrestre, y Mauricio Salazar Machuca, comandante general de la Fuerza Aérea Ecuatoriana Accidental.

Inmediatamente después, el oficial que estaría a cargo de toda la navegación del Buque habló frente a todos los presentes. Estos lo escuchaban atentos a diferentes distancias: unos, familiares de los 47 oficiales de la Armada que también salieron, se encontraban sentados y cubiertos del sol en una carpa, mientras que otros, allegados de los estudiantes de la ESSUNA permanecían al filo del Malecón y cubriéndose con paraguas, sus manos o solo aguantando los rayos.

Este viaje, acorde a información brindada por el departamento de Comunicación de la Armada, constaría de dos partes: los estudiantes de cuarto año, de la promoción Corsarios 2024, navegarían hasta la ciudad de Kiel, en Alemania, hasta mediados de agosto. Allí se desembarcarían y regresarían por vía aérea a Ecuador. Mientras tanto, los estudiantes de tercero, simultáneamente al desembarque, abordarán un avión hasta la misma localidad europea para culminar el crucero y regresar al país en el Buque.

Sin embargo, en todo el trayecto, ellos portarán el eslogan de ‘Ecuador, the origin of cacao’ (que traducido al español sería ‘Ecuador, el origen del cacao’) y serían los encargados de dar a conocer la cultura, acorde a declaraciones del ministro de Defensa.

Poco después de las 13:15, la ceremonia culminó y los cadetes fueron advertidos de que tendrían unos minutos para terminar de despedirse de sus familias. Rápidamente, oficiales y estudiantes se acercaron para decir adiós.

Las lágrimas en los rostros de los familiares de los tripulantes rodaron desde ese momento hasta las 13:37, hora en la que la embarcación mencionada zarpó desde el muelle del Yacht Club Naval, ubicado en el malecón Simón Bolívar, para empezar su travesía a lo largo de la costa de 23 países de América y Europa.

Loffredo, poco después del zarpe, dijo que esta sería una experiencia “invalorable” y muy importante para oficiales y tripulantes. “Sin duda alguna fortalece las capacidades del entrenamiento y esta vez, en el zarpe 34, el Buque Escuela Guayas va llevando a 23 puertos alrededor del mundo un mensaje de hermandad desde Ecuador para el resto de los pueblos”, afirmó.

Además, comentó que así como hubo un grupo que salió a navegar, otro grupo de uniformados se queda en el territorio ecuatoriano para patrullar las calles en la escalada de violencia que ha sufrido el país. 

Todos, autoridades y familiares, hicieron de la mano (el gesto de despedida) al Buque hasta cuando este no se pudo ver. “Estoy completamente orgullosa de mi hijo. Espero que le vaya excelente en todo y pueda regresar con bien”, dijo Lady Sisalima, quien llegó desde Loja para dar el adiós a su hijo.

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