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Opinión

Editorial: Las soluciones viales no esperan

La falta de planificación y de previsión de las autoridades nacionales y locales, unida a la corrupción que merma los recursos públicos, debe terminarse en el país, porque frena el desarrollo y afecta a las poblaciones y su desarrollo.

Los ciudadanos no pueden seguir pagando por los errores e ineficiencia de los gobernantes actuales y pasados, cuya irresponsabilidad la pagan quienes se quedan atrapados en las carreteras, porque ellos no han sido capaces de ejecutar las obras que abonen en una mejora de la movilidad humana en el territorio nacional.

Los constantes cierres de la vía Cuenca-Molleturo, que ocurren desde hace décadas, no solo frenan el turismo local, sino que afectan la economía de Cuenca y sus alrededores.Para muestra, lo ocurrido el fin de semana en las vías a la capital azuaya y a la costa, donde quedaron personas atrapadas por muchas horas, sin que nadie responda por su integridad. Los viajes no pueden convertirse en odiseas, porque aquello solo ahuyenta a los viajeros, que no están dispuestos a repetir las malas experiencias.

El Ministerio de Obras Públicas y las prefecturas, responsables de la red vial nacional, son los entes llamados a hacer los planes y ejecutar trabajos de estabilización o de ampliación vial, que eviten situaciones como las antes descritas.