Decenas de jóvenes acudieron este 27 de agosto de 2022 a los recintos militares en los que se lleva a cabo el segundo llamado para el acuartelamiento de la leva 2003, en el que se espera enrolar al Ejército a 5.000 ciudadanos. 

Como se ha hecho común en este tipo de procesos los aspirantes pernoctaron en los exteriores de los cuarteles para intentar obtener un cupo. Sucedió desde la noche del viernes 26 de agosto en el Fuerte Militar “El Pintado”, en Quito y en el Fuerte Militar Huancavilca en Guayaquil.

El objetivo en esta ocasión es que 4.800 varones y 200 mujeres, de entre 18 y 22 años, cumplan el Servicio Cívico Militar durante los doce meses que dura el programa. Muchos postulantes son jóvenes que no tienen acceso a fuentes de trabajo y tampoco a estudios.

El general Nelson Proaño, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, explicó que hace tres años se convocó por primera vez a mujeres para que sean parte de este servicio, pero debido a la pandemia se suspendió el proceso que se vuelve a retomar luego de dos años. La primera llamada, que fue en marzo, se hizo solo para varones.

En Quito el acuartelamiento de mujeres se dio en el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, en el sur de la ciudad. Hasta ese sitió llegaron 50 aspirantes para enrolarse en las filas militares.

Entre ellas, Katalina Loaiza que arribó desde Quevedo y durmió en los exteriores del cuartel. Dijo que busca un cupo inspirada en sus padres ya que espera que esta experiencia le permita sacarlos adelante “porque ellos no tuvieron oportunidades”, señaló.

Se vieron abrazos, escenas de llanto, bendiciones, caras tristes y alegres afuera de los recintos. Todos con la esperanza de conseguir un cupo y ocupar su tiempo en las actividades castrenses por, al menos, un año.

Proaño dijo que, hasta el momento, hay 12 mil jóvenes inscritos. Esto para apenas cinco mil cupos. Además, de los documentos en regla y la inscripción en línea, a los postulantes se les hará un chequeo médico y una revisión de los antecedentes personales.