La iglesia de San Francisco de Guayaquil se convirtió en el primer templo católico de la ciudad en reanudar las misas, que estaban suspendidas desde el 15 de marzo anterior, debido a la pandemia de la COVID-19.

La ceremonia se desarrolló la mañana de 14 de julio, luego de que el COE cantonal aprobó la realización de las misas con un aforo del 30 % y con las debidas medidas de bioseguridad, establecidas a nivel nacional.

Al templo llegaron más de 30 fieles, quienes se sentaron en el espacio señalado en cada uno de los asientos, pero no pudieron utilizar los reclinatorios. Hubo quienes se sorprendieron al sacerdote dar la misa.

"Entré solo para orar, pero no sabía que las habían ya autorizado, me parece una excelente idea ya que en medio de tantas cosas negativas, tenemos que alimentar nuestra fe", señaló Margarita Baque, devota que antes de ir a su trabajo pasa por la parroquia para pedir por la salud de su familia.

Durante la misa, los fieles elevaron sus plegarias por las víctimas del virus, y por los habitantes de otras ciudades del país donde la curva de contagios está en su pico más alto.