Un fuerte aguacero cayó sobre la ciudad de Guayaquil en la tarde y noche del domingo 21 de enero. Esta, además de accidentes de tránsito y vías anegadas, dejó viviendas afectadas en el noroeste de la urbe.

En el bloque 21 de Flor de Bastión, en este último sector, dos viviendas colapsaron debido al temporal. Una de las afectadas fue Ana Pinargote, quien ha residido en el sector por 24 años.

La pared posterior de su residencia se destruyó a causa de la presión del agua que golpeaba sobre ella. “Yo tenía un desfogue en la bodega (ultima habitación) y estuve pendiente para que no se llenara. A los pocos minutos que revisé escuché un fuerte ruido y resulta que se había caído la pared”, dijo la mujer.

En su vivienda, en la residen tres adultos y una menor, todos los enseres terminaron dañados. Sus muebles, electrodomésticos, colchones y hasta la ropa quedó empapada luego de la tragedia.

“Nos vamos a quedar aquí porque pueden venir los amigos de lo ajeno y se llevan algo que nos haya quedado”, finalizó.

Sin embargo, la construcción contigua, en este caso perteneciente a Mariela Vargas, también fue de las que cedió ante la fuerte lluvia.

Ella junto con su familia se encontraba visitando a familiares en Lomas de Sargentillo al momento en el que ocurrió lo mismo que en la edificación de su vecina Ana.

“Nos llamaron a avisarnos y le dije a mi hija, que estaba a la vuelta, que venga a ver. Cuando ella llegó, esto parecía una cascada”, comentó.

Ellos, además, perdieron todos sus pertenencias incluyendo las de una bebé de 5 meses, que reside en el hogar. “Pedimos ayuda en caso de que alguien desee colaborar”, comentó.

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