Dentro de su barbería, en el sector Los Chapulos, en la parroquia San Camilo de Quevedo, quedó muerto, Kevin Martillo Martillo, de 22 años.

Antisociales llegaron la tarde del sábado a eso de las 17:30, hasta su local de trabajo que había colocado en su propia casa y cuando estaba esperando clientes, varios sujetos se bajaron de las motos y de un carro para asesinarlo. Los disparos fueron directos a la cabeza y al cuerpo.

El cuerpo quedó en medio de un charco de sangre sin nada que se pueda hacer. En la zona todos corrieron por la ráfaga de disparos que se escucharon y o es para menos ya que alrededor de 10 disparos fueron los que se encontraron en el lugar.

Escenas de dolor y tristeza fueron las que se vivieron por parte de los familiares. Uno de sus allegados indicó que se había separado de su conviviente con quien había procreado un hijo.

La tarde del asesinato le habían llevado al bebé para que pasara con él, sin embargo, la muerte se le cruzó en el camino, por lo que la desesperada madre tuvo que llevarse al niño con el sabor amargo de que crecerá sin su padre.

Según fuentes policiales, el occiso habría recibido amenazas de muerte ya que hace cuatro meses había salido de la cárcel, por lo que sería una de las motivaciones de su muerte.

Entre tanto, moradores de la zona indicaron que todo se debería a una venganza ya que Martillo era amigo de un sujeto que fue encontrado amarrado y baleado el pasado 2 de abril en una finca del cantón El Empalme.

Familiares esperan que su muerte no quede en la impunidad ya que aseguran que Martillo solo se dedicaba a su barbería y no tenía problemas con nadie. (DV)