Dice que volvió a nacer. Estaba sorprendido de lo que había vivido minutos atrás en su lugar de trabajo, una vulcanizadora de la entrada a La Ladrillera, en el noroeste de Guayaquil. El hombre, quien se negó a dar su nombre, presenció la balacera en la que Carlos Zeta quedó herido la tarde del miércoles 30 de marzo.

Carlos había llegado minutos antes a arreglar la llanta de su moto. Se sentó mientras los dos trabajadores del lugar acomodaban su vehículo y estuvo distraído viendo cómo sacaban el neumático.

De un momento a otro, apareció un sujeto en otra moto a dispararle. Dicen los testigos que “lo cogió sentado”para ‘pegarle’ seis disparos que fueron directo a su cuerpo.

“Créame que sentí que me regresó el alma al cuerpo. Mi hija ayer cumplió 10 años y solo pensé en ella cuando escuché todos los disparos” dijo uno de los dos trabajadores del local.

Mientras que el otro colaborador expresó que sintió miedo porque una bala rozó en su codo. Describe que segundos atrás recibió una llamada y siente que eso lo salvó de ser baleado también.

Estos que el herido era de la zona y que lo conocían como Pezuña. El afectado fue llevado al centro de salud Ciudad Victoria y luego trasladado a otro hospital de mayor alcance, pero su estado de salud era reservado.

Agentes de la Policía Nacional no dieron detalles sobre lo sucedido. Aseguraron que no estaban autorizados para dar detalles.