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Calienten las suelas que hoy reabren algunos bares y discotecas en Quito

Con un plan piloto, locales que estuvieron cerrados durante varios meses empezarán a recibir a los farreros. 

Foch
La Plaza Foch es un punto de encuentro para farrear.Gustavo Guamán

A muchos ya les ‘picaban’ los pies por volver a ‘zapatear’ en las pistas de baile... ¡tranquilos! Desde este 8 de septiembre de 2021, en Quito, algunos bares y ‘discos’ reabrirán sus puertas al público. Eso sí, con las debidas medidas de bioseguridad.

Con el 67 % de vacunados en la capital, según el Municipio, el plan piloto, elaborado en conjunto con el sector privado, va porque va. Había 106 inscritos. Y en el sector de La Mariscal, zona rosa y, en su momento, la más concurrida, ya ‘calienta’ motores.

Sahily Campos es propietaria de The Tunnel, una disco que, según ella, cerró en marzo de 2020. Durante se tiempo debió hacer mantenimiento del local. Y ayer, antes del mediodía, limpiaba los polvos y le daba los últimos brochazos para recibir a los bailarines.

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Limpiaban los locales para reabrir.Gustavo Guamán

Que si tuvo que hacer adecuaciones... ¡claro! Lo primerito fue acondicionar el sistema de ventilación. Dos purificadores de aire para los 150 metros cuadrados que ocupa aquel sitio, en la calle Calama, y que funciona desde hace nueve años, dice Campos.

No es la única medida para poder abrir. Deben pedir el carné de vacunación al ingreso. El aforo es del 30 %. Los farreros solo podrán quedarse hasta dos horas y, enseguida, ‘barajarse’. Los que llegan en ‘combo’, es decir, más de cuatro, tendrán que firmar una acta de responsabilidad... y otras más.

Parece sencillo. Pero no. Hay que invertir, señala Campos mientras enseña las huellas de humedad que han quedado tras el largo cierre. Sin embargo, tiene fe de este arranque a la reactivación. “Ha sido difícil, muchos locales empiezan endeudados, porque han debido pagar el arriendo –en muchos casos, el 40 % por mes–”, señala la propietaria.

No todos se muestran muy entusiasmados. Por ejemplo, en una calle paralela a la Foch, Rolando Figueroa cuenta que él mantendrá su negocio como restaurante, Rock and Beef, aunque en su momento funcionaba como bar. Dice que para volver a sacar esos permisos de funcionamiento tiene que aflojar billete. Un gasto.

Además, detalla a EXTRA que nadie se ha acercado a sociabilizar el tema con él. Que todo se ha enterado por Facebook. Y que la afluencia sigue baja en toda La Mariscal, donde, en plena plaza Foch, unas policías de turismo entregaban a los transeúntes unos folletos con las maravillas de Quito.