Siete años después de haber cerrado sus puertas, los casinos y salas de juego de azar buscan abrirse paso nuevamente en el país.

Un proyecto que ya habría llegado al menos a dos ministerios y otras entidades públicas, para su análisis, plantea una reapertura de estos negocios y, ofrece, además, la creación de miles de empleos ligados a estas actividades.

La propuesta “es muy precisa y ambiciosa”, reconoce Mauricio Villacís, presidente de la Asociación de Ex Trabajadores de Casinos del Ecuador (ETCE), que lidera el plan. “Entre todo lo que plantea está la creación de más de 20 mil plazas de trabajo ligadas directa e indirectamente a esta actividad, con una inversión aproximada de unos 400 millones de dólares”, explica.

Ellos dicen tener ‘clara la película’, pues según la información que manejan, al permitirse la reapertura de estos negocios se “estaría evitando la fuga de capitales, porque entre Perú y Colombia tenemos datos que tienen ganancia de unos 300 millones de dólares en este sector económico; de esos siquiera el 15 % aportan los ecuatorianos”.

En una explicación más amplia, Villacís precisa que eso significa que “unos 45 millones de dólares se van a Colombia y Perú por los juegos de azar, y eso sin contar los juegos de azar en línea, en los cuales Ecuador no tiene ninguna regulación y ni siquiera hay la idea de que, por esa vía, se está yendo la plata a otros países”.

La propuesta, que será dada a conocer este miércoles 24 de abril ante la prensa, en Guayaquil, ya habría sido conocida por el Ministerio de Trabajo en las dos administraciones de este Gobierno, el anterior ministro Raúl Ledesma y el actual, Andrés Madero. “Hemos tenido varias reuniones con ellos”, aseveró Villacís.

El plan también estaría en análisis de los dos ministros de Turismo que han pasado por esta administración (Enrique Ponce de León y la actual Rosa Prado de Holguín), el Servicio de Rentas Internas (SRI) y el Ministerio de Economía.

Y desde ya, uno de los primeros en pronunciarse públicamente es el alcalde electo de Quito, Jorge Yunda, quien ayer, al hablar sobre la posibilidad de extender el horario de funcionamiento de los locales nocturnos, también dejó abierta la posibilidad de consultar a los quiteños sobre el retorno de los casinos.

El proyecto incluye la derogatoria del Art. 236 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que prohíbe a los juegos de azar con fines de lucro.

Antecedentes del cierre

En el año 2009, las graves acusaciones vertidas por un exgerente de salas de juego en el país, quien emitió duras declaraciones en contra de funcionarios del anterior Gobierno, que estaban involucrados en actos de corrupción, inició una batalla contra los casinos.

Se inició entonces una serie de debates, hasta que el expresidente Rafael Correa tomó la decisión de incluir en la consulta popular del 2011 la siguiente pregunta: “¿Está usted de acuerdo que en el país se prohíban los negocios dedicados a juegos de azar, tales como casinos y salas de juego?”.

El resultado a nivel nacional fue contundente: a favor, 45% (un millón 931 mil 672 votos); en contra, 41% (un millón 792 mil 259 votos). Se inició entonces un proceso de cierre de estos locales, con un plazo establecido por el decreto ejecutivo 873 emitido el 16 de septiembre de 2011. Los últimos locales se cerraron el 16 de marzo de 2012.

Un año antes de la polémica, en 2010, los casinos pagaron alrededor de 10 millones de dólares en impuestos, y aunque no se cuenta con datos oficiales sobre cuánto dinero movilizaban los centros de apuestas, varios representantes del gremio señalaron que habrían sido entre 200 y 300 millones de dólares anuales.