La calle Camino de los Incas, ubicada en el barrio Conde IV, sur de Quito, pasó de ser el depósito de cadáveres al botadero de vehículos robados y desmantelados.

Así lo afirman los moradores del sector, quienes sostienen que cada 15 días encuentran hasta dos carros en ese estado.

Manuel Enríquez tiene un negocio y vive en la zona. Dice que los casos más recientes fueron hace un mes, cuando primero apareció el taxi de uno de los vecinos, a quien, al parecer, se lo robaron de la puerta de su casa. Una semana después encontraron otro carro. Ambos estaban ‘pelados’.

El último pertenecía a Juan, quien no vive en el sector, pero a través de una publicación realizada por los ‘vecis’ del Conde, en redes sociales, supo que lo poco que quedaba de su vehículo estaba en esta zona.

Según el hombre, la madrugada del sábado 23 de octubre dos delincuentes se subieron al vehículo sin que él se diera cuenta mientras se bajaba a comprar en una tienda, ubicada en la Loma de Puengasí, suroriente de Quito.

“Las puertas quedaron sin seguro y en segundos dos tipos se habían subido por la parte de atrás del carro”, lamenta.

Cuando el vehículo estuvo en marcha, sobre la avenida Simón Bolívar, cerca del acceso a La Forestal, fue sorprendido por los ‘choros’, quienes después de propinarle una paliza, amarrarle las manos, lo abandonaron, según Juan, cerca de la planta de reciclaje El Troje.

“Recuperé la consciencia cerca de las 04:00. Eso me dijo un señor que me ayudó”, cuenta.

Lo encontró el domingo ya sin piezas, lo único que dejaron fue la memoria.

Joan Luna, comandante del Distrito Quitumbe, menciona que este delito es recurrente, principalmente porque las personas se confían y dejan en zonas de peligro los automotores, mientras comen o compran algo. Y en el peor de los casos parquean los vehículos en aceras o calles durante toda la noche, sin ningún tipo de seguridad.

“En esta zona es común ver que dejan los vehículos en la calle. También tenemos reportes de carros desmantelados. Ya estamos investigando para desarticular a estas organizaciones”, agrega el oficial.

En lo que va del año, según las cifras oficiales, se recuperaron 24 vehículos robados y cinco personas fueron capturadas como sospechosas de este delito.

Pedro Illapa, otro morador del sector, dice tener miedo de que su “carrito también tenga este fin”. Todas las noches parquea la camioneta con la que hace fletes al pie de su casa. Los únicos ojos de águila con que cuenta son los suyos.

“Paso sin dormir y pegado a la ventana para cuidarlo. Lo dejo ahí porque no tengo en dónde más guardar”, finaliza.