Unos 30 mil panes de pascua y 10 mil litros de chicha, bebida nativa de América Latina que apareció por primera vez durante el período aborigen, fueron bendecidos por Arzobispos de Cuenca, Marcos Pérez Caicedo. 

Es el pan y refresco que tradicionalmente se reparte entre los niños y jóvenes participantes del Pase del niño Viajero, que en la capital Azuay se desarrolla cada 24 de diciembre. Fue elaborado y preparado a mano por la familia Pulla-Álvarez, quienes mantienen esta tradición que ha trascendido cinco generaciones como parte de fe y religiosidad fundida en la solidaridad navideña.

La bendición de los panes y la chicha es parte de los preparativos para la procesión religiosa del día de Navidad. Desde este lunes 19 de diciembre del 2022, la imagen del Niño concluirá su visita por las oficinas de instituciones públicas, para el rezo del rosario e invitación a participar del Pase previsto para el domingo 24 de diciembre. 

Después se dará una misa a las 09:30 en la Catedral de la Inmaculada, luego seguirá por la calle Simón Bolívar hasta el parque de San Sebastián, en donde iniciará el retorno de la imagen del Niño hacia el Monasterio del Carmen.

Para la fiesta, los niños y jóvenes, desde hace quince días separaron el alquiler de los trajes de mayorales, gitanos, cholos, cayambeñas, cañarejos y otros personajes ancestrales y figuras que la biblia reseña en el pasaje del Nacimiento de Jesús, lo que le dan color al evento religioso. 

La mayoría de participantes lo harán caminando a pie, y otros grupos sobre carros alegóricos preparados para el evento religioso, considerado el más grande e importante la Latinoamérica que desde el 2009 es Patrimonio Natural y Cultural Inmaterial del Estado.