Murió asfixiado por el humo y su cuerpo quedó completamente calcinado dentro de su vivienda de una planta, de construcción mixta y materiales altamente combustibles. 

La víctima, Néstor Joel Montalván Valladares, tenía 75 años, y según datos preliminares proporcionados por socorristas de Cuerpo de Bomberos, no pudo evitar  su muerte. El origen del fuego fue en el cuarto donde pernoctaba en la casa situada en la jurisdicción de San Lucas, perteneciente a la parroquia de San Joaquín, al oeste de Cuenca.

Otros cuatro habitantes de la morada pudieron salvarse de la voracidad de las llamas. El domicilio, de madera, bahareque, teja y ladrillo, se redujo a escombros. Todos los bienes y enseres, también se quemaron. El origen habría sido una vela encendida junto a la imagen de un santo o un niño, indicó uno de los socorristas.s.

Los vecinos de las casas vecinas abandonaron sus viviendas con el miedo de que el fuego llegue a afectarlos a ellos también.

La emergencia se registró casi al inicio del 12 de diciembre, y tras dos horas de trabajo, los socorristas pudieron controlar y apagar las llamas, evitando que un par de humildes casa contiguas se contaminen. Fue ahí cuando, durante la inspección final, se descubrió el cuerpo sin vida de Joel Montalván.

Luego de los protocolos el cadáver  fue llevado al Centro de Investigación Forense de Cuenca, para las diligencias de rigor.