Sus últimas 20 horas de vida, Andrehus Yasmani Valle Delgado las compartió con su amigo y presunto verdugo, Bryan Rosas, quien en complicidad con otra persona le habría colocado un taco de dinamita en su boca, lo que le provocó el estallido de su cabeza. Una muerte horrorosa.

Pero antes de que ocurriera el atroz asesinato, Andrehus, de 21 años, había ayudado a su supuesto ‘pana’ a arreglar su motocicleta; luego fueron a jugar índor y posteriormente, en compañía de otro vecino, se reunieron para beber alcohol en la esquina de su domicilio, ubicado en el bloque 2 de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil. Se trata de un sector que corresponde al distrito Pascuales, donde hasta el 21 de febrero de 2022, se habrían registrado 25 asesinatos, 16 más que en el 2021.

Melany, hermana de la víctima, contó que de acuerdo a versión de vecinos, segundos antes de que se oyera el estruendo, escucharon que dos hombres conversaban y que uno de ellos le decía al otro: “Acomódalo bien, pónselo en la boca”. Sin embargo, porque aún no amanecía, ningún morador salió a ver de qué se trataba la conversación,  hasta que escucharon la explosión.

“No entiendo cuáles fueron las razones que tuvieron para matar a mi hermano, por qué le hicieron este daño, los explosivos se los pusieron en la boca. Mi mamá le dijo que entrara e incluso ya no les quiso vender cervezas. Ella lo aconsejaba, le decía que esas personas no eran de confianza, pero mi ñaño los defendía y hasta se molestaba”, relató la joven.

Melany añadió que aquella noche, Yas, como solía llamar al segundo de sus cinco hermanos, salió de su vivienda a las 20:00 y que se puso su ‘cachina’ nueva porque se iba de ‘vacile’ con sus amigos.

“Se había comprado zapatos y ropa. Salió feliz, incluso las cámaras de seguridad del sector a las que hemos podido tener acceso lo captaron bailando y bebiendo. Todo esto hasta las 04:20. Luego se lo ve caminar hasta la esquina y junto al Mudo (otra de las personas con las que estuvo bebiendo), subieron en un carro”, relató la muchacha.

Luego recordó que Yasmani no terminó sus estudios secundarios y que eventualmente trabajaba cargando electrodomésticos en una bodega.

Detuvieron al ‘pana’

El general Víctor Zárate, comandante de la Zona 8 de Policía, informó que el detenido era una de las personas que había estado bebiendo con el ahora fallecido y que sería uno de los autores materiales del despiadado asesinato.

Reveló que en poder del sospechoso se encontraron cinco soportes cilíndricos de explosivos, dos cartuchos con envoltura de papel, tres de plástico, además de una motocicleta.

“Según el cotejamiento realizado en Criminalística tendría relación con los residuos encontrados en la víctima. Se conoce que existe una pugna de territorio para el expendio de droga y que esta sería la motivación. No sabemos si el explosivo se lo colocaron antes o después de su muerte”, explicó el comandante zonal.