El hombre que acabó con la vida del colombiano Miguel Ángel Morón Aparicio, esperó que abriera sus locales de venta de comidas y flores y que desayunara. Luego se acercó hasta su negocio y le propinó siete tiros que acabaron con su vida. Junto al extranjero, estaba un mensajero que recibió dos disparos y se encuentra hospitalizado.

Este hecho violento con el que la Zona 8 (conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón) suma 592 asesinatos, ocurrió a las 08:15 de ayer en el Mercado de las Flores, ubicado en la avenida Machala y Piedrahíta, en el centro de Guayaquil.

El dueño de un negocio de flores ubicado cerca al de la víctima mortal contó que Morón era el propietario de un local de comidas y de una florería que estaba junto a este.

“Él llegaba todos los días a las 06:00 a abrir los locales. Su esposa suele venir a ayudarlo. Aparentemente, se veía una persona tranquila, aunque sí nos llamaba la atención que con frecuencia solía cambiar de carros”, comentó el comerciante.

Otra vendedora reveló que el asesino del extranjero llegó caminado desde las salas de velación de la Junta de Beneficencia, situadas hacia el norte del mercado, y esperó que se descuidara para dispararle. Cometido el crimen, el pistolero, quien llevaba una gorra negra, salió por la puerta principal del mercado y se embarcó en la motocicleta en la que lo esperaba su compinche, el cual estaba parqueado sobre la calle Piedrahíta.

La huida de los asesinos quedó grabada en una cámara de seguridad de un negocio cercano. En el video se observa cuando los asesinos, quienes vestían camiseta blanca, ‘salen en quema’. (AEB)