En los bosques de Guayaquil, como Palo Santo, Cerro Colorado, Cerro Paraíso, Samanes 1, entre otros, se han encontrado que se realizan fiestas, rituales y hasta personas que llegan a enterrar sus mascotas.

 Así lo revela Alfonso Zambrano, agente metropolitano de Ambiente, y esto ha obligado que, tras el mal uso de las áreas de conservación, se ubiquen las zonas vulnerables y los horarios en los que se presentan estas acciones que atentan contra la flora y fauna.

"Los bosques cuentan con letreros informativos que describen cuales son las actividades permitidas y prohibidas en los bosques; sin embargo nos hemos encontrado con fiestas, rituales, las personas vienen a enterrar sus mascotas; la gente debe tener conciencia y practicar un turismo ecoamigable”, explicó el uniformado en un comunicado. 

Pero no esto no es lo único que se ha hallado. En las áreas también se ha hallado otras situaciones que afectan a la flora y fauna como indigencia, asentamientos irregularidades, mala disposición de los desechos o incendios forestales.

Ante esto, Joel Álava, Jefe Departamento Recursos Naturales y Biodiversidad, dice que con la Unidad Ambiental de la Policía Metropolitana que funciona como guardabosques "se han identificado y controlado este tipo de amenazas”.

En torno al tema, de acuerdo con cifras del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, en el 2022 se registraron 781 alertas que van desde grado 1 al 4, con una afectación de alrededor 394.68 hectáreas de bosques. Mientras que en 2021 se atendieron 1.108 alertas con una afectación aproximada de 1.440 hectáreas de bosques.