En la Santiaguito Roldós, del sur de Guayaquil, ‘zumbó’ el plomo la noche del viernes 15 de abril, pues a las 23:00 fue atacado un grupo de amigos que dialogaba en los exteriores de una casa de la manzana 1.170.

A causa del atentado, tres jóvenes murieron y resultó herido un adolescente, de 16 años, quien caminaba hacia una cancha de fútbol del sector.

La Policía Nacional, a través de un comunicado, informó que de las tres víctimas mortales, dos fueron llevadas por sus allegados al Hospital General del Guasmo. Por ese motivo, en el lugar de los hechos solo había quedado un cuerpo en la calzada.

Los fallecidos fueron identificados como Ítalo Javier Paguay Inlasaca, de 22 años, Jackson Joaquín Cujilán Franco, de 22, y Christian Steven Calzada Villamar, de 20. Ellos registraban heridas en las piernas, brazos, tórax y abdomen, respectivamente, de acuerdo a información policial.

En el lugar de los hechos, los moradores mencionaron a los investigadores que los criminales llegaron en al menos dos automóviles y dos motocicletas, con diferentes armas de fuego.

Además, los lugareños comentaron que el ataque fue brutal, porque los sicarios no habrían considerado que había otras personas alrededor. Fue por eso que hubo un menor de edad que recibió una herida que, hasta ayer, lo mantenía bajo pronóstico reservado en un hospital del sur de la urbe.

En un informe al que Diario EXTRA tuvo acceso se señala que el caso podría tener relación con una disputa por el control del territorio para el tráfico de drogas.

Antecedentes

Los jóvenes atacados no registraban antecedentes penales, según consta en un comunicado de la Policía. En los registros de la Función Judicial tampoco constan en procesos o en alguna investigación en curso.

Otros asesinatos en Guayaquil

Entre las 00:30 y las 09:00 del sábado 16 de abril, dos personas asesinadas fueron encontradas en diferentes sectores del Puerto Principal, según los registros policiales.

El primer caso se registró en las calles 23 y la G, del suburbio, pues en un terreno baldío fue hallado Paúl Vera Díaz, con una herida de arma de fuego en el cráneo.

Más tarde, en un terreno destinado al cultivo de banano, mangos y otras frutas, lugareños de Socio Vivienda 2, en el noroeste de la urbe, descubrieron un cadáver abandonado entre los matorrales.

Una fuente policial reveló que esta última víctima, de quien se desconocía la identidad, también presentaba una herida ocasionada por un disparo y que, además, estaba parcialmente quemada.

En ambos casos, los investigadores de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) buscaban establecer las causas que llevaron a los asesinatos.