SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Actualidad

Se dio de puñetes con el ‘chupacabras’

Un habitante de La Armenia, en Nanegalito, contó que un ser demoníaco lo atacó. Los habitantes creen que se trata de la misma bestia que mata ovejas.

Chupacabras nanegalito
Esta es la oveja que fue atacada posiblemente por un animal extraño. Murió un día después de ser mordida.Fotos: Henry Lapo, René Fraga y cortesía

El suelo tembló bajo los pies de Casimiro Flores. El hombre, de 59 años, se tensó como una soga mientras el miedo recorría por su espalda. Volteó para ver qué había caído y allí estaba un animal extraño, mostrando sus afilados colmillos.

La supuesta criatura llegaba hasta más arriba de la cintura de Flores, que mide un poco menos de un metro y setenta centímetros. Aquel ser se abalanzó contra el morador de La Armenia, poblado de Nanegalito, en el noroccidente de Pichincha , el pasado 6 de junio.

Casimiro soltó el machete que llevaba consigo, cerca del riachuelo que estaba cruzando. Se posó como un boxeador sobre el cuadrilátero, lanzando un puñetazo al hocico de la bestia. “Le atiné en un diente y me lastimé”, contó el habitante a EXTRA, enseñando la herida del dedo medio de su mano izquierda.

El animal seguía rasgando la piel de Flores, quien en medio del bosque de Ilambo clamaba por ayuda divina. Pensaba que esa presencia era obra del demonio, porque sus ojos ‘ardían’ en un rojo intenso.

Durante la lucha, el morador vio que su contrincante tenía tres dedos con garras. Su cara se asemejaba a la de un perro café, con orejas puntiagudas. Bajo sus brazos tenía alas negras y todo su torso peludo se sostenía sobre dos patas delgadas.

El albañil cayó de espaldas en el agua. El monstruo no lo soltaba e incluso –según Flores– lo estaba arrastrando como si fuera un costal de plumas. En su desesperación, él tomó una piedra del riachuelo y se la arrojó en la frente. Esa presencia se quejó como un can apaleado y se fue volando.

El afectado se levantó. Su ropa estaba empapada por el lodo. Corrió en medio de ese panorama selvático, rezando un Padre Nuestro. Llegó a su casa, pálido, después de una hora su esposa Elsa Flores lo recibió extrañada.

“Botaba espuma por la boca. Lo sostuve y lo entré al cuarto”, rememoró la mujer, a una semana del supuesto ataque. Ella lo acomodó en la cama que tienen a la entrada de su vivienda. Corrió a la cocina, tomó un huevo y ‘limpió’ al hombre como en un ritual chamánico.

La alerta llegó a oídos de los bomberos, quienes enviaron a sus paramédicos, entre ellos Silvia Dávalos. La uniformada evidenció que Casimiro temblaba.

Los socorristas midieron su presión, la cual estaba alta. Además, su pulso se encontraba acelerado. Dávalos dijo que esos síntomas corporales surgen ante un miedo extremo. Sin embargo, ella no se atrevió a confirmar si se trató de una agresión animal.

Están aterrados

El maestro constructor no ha superado el miedo. En su pecho y en el abdomen todavía están los rasguños. Para mostrarlos se alzó su camiseta y con sus dedos señalaba el área lastimada.

Su voz temblaba mientras describía lo ocurrido. Él hacía una pausa antes de cada pasaje de su relato. “Ese día me levanté a las seis para irme a trabajar. Para llegar a la obra tengo que cruzar ese camino conocido como El Chaquiñán”, rememoró.

La fecha del evento, él tomó una taza de café. Se vistió con una camiseta vieja del Barcelona de España, cogió una gorra, el machete y salió de su casa.

Por su parte, Elsa comenzó con sus quehaceres de hogar. “Tuve un fuerte presentimiento”, afirmó la señora, cogiéndose el pecho. Ese ‘anuncio’ se confirmó cuando su marido llegó como poseído por el demonio.

Ese hecho causó pánico a los pobladores de La Armenia. Los lugareños siguen contando aquella pelea entre el vecino Casimiro y el ‘chupacabras’, nombrado así por sus características físicas.

Lady Nicolalde, quien tiene un restaurante a la entrada del pueblo, cree que esa misma bestia atacó a una oveja, el pasado 10 de junio. El pequeño animal era de la finca donde labora su marido. Esa fecha, los trabajadores lo encontraron con el lomo destrozado; un día después falleció.

Ella respaldó su narración con una fotografía. En la imagen se miraba el pescuezo lastimado, aunque no había sangre. Pero el ‘chupacabras’ no fue localizado.

Ese no ha sido el único apelativo para ‘bautizar’ al extraño ser. Algunos lo llaman demonio, otros, en cambio, consideran que es una gárgola, un ser imaginario, representado en piedra, que posee características grotescas.

Las historias de que lo han visto en las casas o en el bosque se han regado. Brenda Castillo, propietaria de una hacienda, escuchó sobre el caso de Casimiro. Ella tenía entendido de que la víctima fue llevada a un hospital. Además, oyó que sus ropas quedaron desgarradas.

Aunque la mujer no tenía temor, sí le causaba curiosidad el hecho. Incluso cree que se trataría de una especie nueva, pero no sería nada confirmado.

Fernando Proaño, exdirigente de la comuna, organizó una búsqueda en el bosque donde se produjo el presunto ataque. El pasado lunes, él y otras personas llegaron al lugar con machetes. “Hay que tratar de calmar a la gente”, aseveró el poblador.

Detalló que la zona no es apta para que haya esa clase de animales. Los murciélagos son los únicos seres que tienen las características descritas por Casimiro. “Pero son muy pequeños”, opinó Proaño.

Él acotó que hace un tiempo capturaron un puma negro que se comía las ovejas. Este tipo de mamíferos ronda el sector, así como tigrillos o zorros.

Flores se unió a la búsqueda que no arrojó resultados positivos. Mientras revisaban el follaje, el albañil seguía relatando su aventura.

Obligadamente ha cruzado el mismo sitio para llegar a su trabajo. Cada mañana, desde que se peleó con el ‘diablo’, el constructor ha elevado una plegaria al cielo. Cuando cruza el paraje se encomienda a Dios para que el monstruo no se presente nuevamente.

El miedo que sintió el morador fue genuino

Para Pacheco, las lesiones que Flores tiene en su cuerpo pudieron provocarse por rocas o ramas. Esto ya que el habitante detalló a los bomberos que cayó en el riachuelo y luego salió corriendo en medio de la vegetación.

“Si algún animal lo hubiera atacado, este habría dejado un patrón en sus marcas”, relató el médico general. Es decir, que los arañazos dejan huellas uniformes, no como las cicatrices que tiene el hombre en su barriga y pecho.

Además, los animales salvajes habrían causado heridas mucho más profundas y no superficiales. Esto se suma a que el individuo no hubiera sobrevivido.

Los bomberos no han recibido alertas de casos similares en esa zona. Pacheco no se atrevió a decir qué clase de animal pudo provocar esas lesiones. Sin embargo, admitió que el terror de Flores fue genuino.

“Algo que jamás se podrá fingir es el miedo”, -aseguró. Esto porque el ser humano, a través de su cuerpo, da señales ante el estrés intenso. Sucede cuando alguien se encuentra en situaciones peligrosas.

Como prueba se tiene la presión de Flores, que fue medida por los paramédicos. “El señor tuvo 180 sobre 80. Mientras que lo normal es 120 sobre 80”, comentó el experto en medicina.

Las heridas pudieron ser provocadas por un águila andina

Ortega supo del caso y dio su punto de vista. Al conocer el aspecto físico del animal se lo asoció con un murciélago zorro, que vive en el sureste de Asia, es decir, en las islas Filipinas. “Tienen una envergadura de aproximadamente 1,5 metros (de ala a ala), pero su peso no pasa de 1,2 kilos. O sea que su cuerpo realmente es pequeño”, detalló.

Pero aquella especie no reside en el Ecuador. La única opción de que ese animal llegue al país es a través del tráfico ilegal o una muy remota migración.

Además, los murciélagos son frugívoros. Esto significa que solamente se alimenta de frutas.

El especialista agregó que los rasguños son similares a los que provocaría un águila andina (50 a 60 centímetros de altura). Sin embargo, eso estaría descartado porque solo atacan cuando su integridad está en peligro.

En cuanto a las heridas de la oveja, Ortega señaló que posiblemente un oso de anteojos fue el causante. Esto porque este mamífero ataca el lomo de su presa y los costados. Un puma, en cambio, se concentra en la yugular de su presa.

“Si hubiera agredido al señor, él no habría sobrevivido para contarlo”, agregó. El médico fue muy claro en decir que ambos seres solo reaccionan contra los humanos cuando se sienten amenazados.