Por primera vez en su historia, la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) podría servir para alojar a los policías de las unidades del mantenimiento del orden que están encargadas de resguardar a la población en toda esa área del norte de Quito. Lo anunció el comandante de la Policía Fausto Salinas.

Para concretar esa posibilidad el comandante informó que "vamos a hacer uso de algunas herramientas que están en el decreto del estado de excepción para una requisición de esa área". Tradicionalmente la Casa de la Cultura ha sido un sitio utilizado para las protestas violentas, dijo. 

Ocurrió el octubre de 2019 cuando alojó a cientos de indígenas en sus espacios. A pesar de que una enorme pancarta definió a la edificación y los sectores de las universidades Católica y Salesiana como 'Zona de Paz', fue en sus espacios en donde se concretó por ejemplo, el secuestro de policías y periodistas, a cargo del expresidente de la Conaie Jaime Vargas y del actual titular de la organización indígena, Leonidas Iza. Ninguno de los dos recibieron cargos por parte de la Fiscalía. Luego, las investigaciones previas en su contra se borraron con una amnistía.

Las agresiones a los uniformados secuestrados se transmitieron en vivo por las redes sociales. En sus alrededores se incendió un patrullero y se agredió a civiles y periodistas. Con la delimitación de la zona se garantizó que la Policía no ingrese en el sitio desde el que partían algunas marchas hacia distintos sectores de la capital.

En su cuenta de Twitter, el presidente de la CCE Fernando Cerón señaló que el comandante de la Policía había anunciado que, aprovechando el allanamiento procederían a hacer su requisición con fines operativos. Denunció que "el Estado @Presidencia_Ec quiere tomar por asalto la Casa, todos a defenderla".