Quince horas antes de que cinco tiros acabaran con la vida de Marín Nicanor Piguave Arteaga, un empleado le aconsejó que tuviera cuidado porque se había percatado que lo estaban siguiendo.

A las 09:05 de ayer, el manabita, de 69 años, conocido con el sobrenombre de Pechugón, fue interceptado por sujetos que llegaron en un carro color negro, uno de ellos se bajó y le propinó los ‘pepazos’ que fueron directo a la cabeza y el tórax. Los disparos entraron por el parabrisas del carro.

El cadáver de Marín, quien era el propietario del night club La Obsesión, situado en el sector de La Casuarina, en el noroeste, quedó dentro de la camioneta Chevrolet plateada que conducía. Los criminales lo ‘cazaron’ a 30 metros de su domicilio y aprovecharon que paró la marcha del automotor para darle paso a otro carro que también pasaba por el lugar.

Tras escuchar los disparos, la esposa de la víctima salió de su casa y se acercó para tratar de auxiliarlo, sin embargo, al aproximarse constató que ya no tenía signos vitales.

El capitán Jorge Loaiza, jefe de operaciones del distrito Florida, informó que Pechugón era víctima de extorsión y que desde hace un mes delincuentes le pedían dinero a cambio de ‘seguridad’.

“El señor salía del domicilio, me imagino que tuvieron que haberlo estudiado. Tenía un antecedente por porte de armas de fuego, pero fue hace algunos años”, reveló Loaiza.

Una fuente policial señaló a EXTRA que el manabita era víctima de ‘vacunadores’, quienes seguramente le pidieron más dinero y como se rehusó a pagar, lo mataron.

La teniente coronel Katty Freire, jefa del distrito Florida, mencionó que, a pesar de la advertencia, el sexagenario no había tomado ningún tipo de precaución y tampoco había asentado una denuncia.

“Le había comentado algo a un familiar, pero también le dijo que ‘Dios lo protege y que él sabrá de su destino’, al parecer, no le dio importancia. Este es el primer caso de muerte por ‘vacuna’ en este distrito, aunque la extorsión era por su negocio ubicado en Nueva Prosperina”, explicó.