Parece mentira, pero en Playas, se roban hasta las bóvedas. No es que la carguen en peso, pero apunta de combazos, destruyen las tapas y losas, que forman parte de su estructura y se llevan las varillas, dejando al descubierto las cajas mortuorias.

Este fin de semana, las tumbas donde reposan los restos de quienes en vida fueron: Julio Yagual Guerrero y Matilde Guerrero Criollo, fueron destruidas para llevarse las varillas, junto a otras dos más, que estaban a su lado. Los parientes de los finados, dicen que esta vez les tocó a las tumbas de sus parientes sufrir estas profanaciones, pero que hay muchos casos más. Se roban las tapas, las flores plásticas y las cubiertas de vidrios donde algunos deudos, suelen colocar fotos de los difuntos, denunció a este medio Isabel Gonzales, a quien, hasta el cadáver de su madre, lo sacaron el pasado mes de abril.

El cementerio se está convirtiendo en foco de consumidores de drogas y son estas personas las que profanan las tumbas para llevarse lo que es útil, para venderlas en las recicladoras, según Alfredo Parrales, que hace 15 días encontró sin tapa la bóveda de su tío.

Wilson Santa Rosa, dice que el camposanto no tiene guardianía, que está administrado por un comité privado, que no hace ningún tipo de mejoras, pero que sin embargo cobra por todo.

Cristian Jiménez, opina que el municipio debe tomar cartas en el asunto, pues es el regulador del territorio y amenaza al llamado comité, a que se ponga seguridad y, exigir que la policía ronde el   cementerio por lo menos una vez al día, donde también asaltan a quienes visitan a sus familiares.