Las 40 familias de la comuna de San Francisco de Cruz Loma, occidente de Quito, ya pueden volver a abrir sus quioscos, luego de dos meses de incertidumbre por el cierre del teleférico. Estas personas viven del turismo comunitario que se ofrece en Cruz Loma. “No tenemos un negocio cada uno, todo es comunitario. Nos organizamos por grupos”, comentó a EXTRA Carmen Enríquez, una de las comuneras.

El Teleférico tuvo inconvenientes con el sistema de frenos de las cabinas lo que ocasionó que los usuarios queden atrapados hasta por 13 horas en las alturas, el pasado 6 de julio.

La madrugada del 7, Pabel Muñoz, alcalde de Quito, clausuró el lugar por seguridad. Este sábado 9 de septiembre se reapertura al público, luego de que se invirtieran 250.000 dólares en arreglos que incluyen cámaras de seguridad, paneles solares, seguimiento del movimiento de las cabinas, entre otros. “Hemos cumplido con todas las especificaciones de los organismos de control” insistió Renán Flores, gerente de Operaciones del Teleférico

“Estábamos preocupados porque el turismo es nuestro sustento. Nosotros ofrecemos los paseos en caballo, comida típica. Estas semanas nos quedamos en cero”, dijo Rosario Cajamarca. Esta comunidad ha sobrevivido con la venta de los productos orgánicos de sus huertas en ferias: papas, mellocos, habas, así como leche del poco ganado que tienen.

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