Los potentes truenos que 'rugen' en el cielo han hecho temblar, y saltar de la cama, a más de uno en Guayaquil, la madrugada de este jueves 23 de febrero. Paralelamente, una potente lluvia con ráfagas de viento acompañan la 'vigilia' de los ciudadanos.

Esto se debe a que se registra una tormenta, que se prevé que caiga en la ciudad la madrugada y mañana de este jueves, en el Litoral y estribaciones de la cordillera. Así lo anunció el Instituto de Meteorología e Hidrología (Inamhi) en Twitter.

A entidad también advirtió que la tormenta estará presente en provincias como Los Ríos, Santa Elena, Manabí, Chimborazo y Bolívar.

Sin embargo, el Puerto Principal ya vive los estragos de esta tormenta, teniendo en cuenta que la noche anterior se inundaron diferentes sectores por la marea alta.

No hay sector que no reporte estragos por la lluvia. Ya sea Urdesa,  Kennedy, Floresta, El Paraíso, vía a la Costa y Guasmo registran inundaciones.

La avenida Víctor Emilio Estrada, por ejemplo, se convirtió en una 'piscina' producto de la acumulación del líquido.

En la ciudadela Los Ceibos la situación se ha vuelto también complicada. Hay calles que están repletas de agua, a tal punto que ha empezado a ingresar a las viviendas.

Uno de los puntos más críticos es la calle Francisco Martínez Aguirre, donde el agua acumulada que tapa los neumáticos de los vehículos. A esta hora, 05:30 del 23 de marzo, hay residentes que han empezado a limpiar sus viviendas puesto que el agua ha entrado por los balcones y ventanas.

En Álamos Norte, aledaña a la décima de la Alborada y El Cóndor, el escenario es similar. Hay habitantes como Laura Cornejo, quien habita en la calle principal, que ha empezado a tapar las rendijas de sus puertas, puesto que hasta pequeños pedazos de ramas han empezado a circular por el lugar.

"Llevo años que una lluvia no me despertaba como lo ha hecho hoy. Los truenos hicieron vibrar mi casa, activaron incluso la alerta sísmica y por eso despertamos todos. Podría jurar que es la peor tormenta de Guayaquil en años. No sé qué pasa en Guayaquil, pero estamos fregados", indicó Daniela Cáceres, residente del sector.