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Buena Vida

Caballerosidad, ¿sinónimo de machismo en el siglo XXI?

Muchas veces es visto como un acto machista cuando el hombre trata de frágil a la mujer. Esta conducta está relacionada a estereotipos de género.

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Referencial. Actualmente, la mujeres ven al acto de caballerosidad como un forma de machismo.Internet

Ceder el asiento en un bus, abrir la puerta del auto o simplemente pagar la cuenta, son actos que han destacado a los hombres por mostrar su caballerosidad. Pero en pleno sigo XXI ¿Cómo es visto ese acto de cortesía?

Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), caballeroso es un “hombre que se comporta con distinción, nobleza y generosidad”. Mientras que ser caballero, hace referencia a un hombre que monta a caballo, el cual denota mucho prestigio.

Una publicación del portal digital Verne apunta que el comportamiento del hombre de querer pagar las cuentas, abrir puertas o ceder asientos, es algo más parecido al machismo que a gestos de cortesía, ¡pero ojo! hay un sesgo muy fino que indica lo contrario.

“El problema llega cuando esta buena educación tiene sesgo de género”, explica María Lameiras, doctora en psicología, quien dice que la caballerosidad es una actitud que puede ser vista como paternalista que muchas veces enmascara la discriminación hacia las mujeres con conductas de protección y cuidado. Esto —dice Lameiras— hace sentir a las mujeres como seres inferiores.

Pero —apunta el estudio— muchas veces esta protección llega disfrazada de cortesía que puede tener consecuencias prácticas. Por ejemplo, cuando en el trabajo a las mujeres no se les da mucha carga laboral por el hecho de ser “el sexo débil”. “Este acto de amabilidad de no dar cargas laborales a las mujeres puede ser visto como un acto machista, ya que entre ese gesto de cortesía está camuflado el machismo”, indica Lameira.

Incluso estos actos pueden contener sexismo por ciertos elogios. Expresiones como “la mujer es la indicada en la cocina” o “no levantes eso porque es muy pesado para ti” traen consigo un actitud machista. “La distinción de género es muy practicada por hombres. Aunque ellos no lo hagan con la intención de herir, provocan un ’bajoneo’ interno en nosotras”, dice.

Aunque para la abogada Silvia Buendía, la caballerosidad es vista como un mérito y una virtud en la sociedad ecuatoriana. “El concepto de caballero y caballerosidad esta relacionado a estereotipos machistas”, dice, ya que el ser caballero es una educación-consejo que involucra una percepción de género porque el hombre es la única persona que puede ser identificado como caballero, mientras que la mujer no lo es. “Hay roles estereotípicos muy definidos entre lo que tiene que hacer una dama y un caballero”, menciona Buendía.

Sin embargo, para la defensora de los derechos humanos, este concepto tiende a ser clasista. Es decir, que implica un sesgo de género al haber una diferencia entre los roles de la mujer y el hombre. ”El hecho está en la contrapartida en la que son vistas las mujeres”, agrega la jurista, quien está en contra de que las mujeres sean tratadas como seres inferiores.

Es que para la feminista, el término caballerosidad está mal empleado. “En vez de decir ’cumplo con ser caballero’ es mejor demostrarlo”, refiere, porque —según Buendía— estas acciones se simplifican en amabilidad, cortesía y tener educación ya que estos actos se los puede ofrecer a las personas del mismo género.

Para la protectora de derechos LGBTI, la sociedad ecuatoriana ha avanzado en aceptar la practicidad de las diferentes conductas de género. Pero —según ella— siguen existiendo problemas de actitudes que generan menosprecio hacia las mujeres que desean ser tomadas en cuenta por su conocimiento y vehemencia. No obstante, el monopolio de la fuerza la siguen controlando los hombres. “Este sistema aún sigue controlado por los hombres. Es que es muy complicado —pero no difícil— tratar de romper estos paradigmas porque en esta sociedad es mal visto que la mujer sea fuerte, porque conciben que para ser dama tenemos que considerarnos frágiles”, critica.