Se sabe que el plástico puede durar más de cien años sin desintegrarse. Si no se tiene cuidado termina en los mares, donde se fragmenta más rápido, convirtiéndose en microplásticos. Los seres que conforman la cadena alimenticia consumen estas partículas que terminan en tu mesa en forma de alimento. El activista ambiental Boris Cruz comparte que cada persona a la semana ingiere 0.5 gramos de microplásticos, cuyo consumo a largo plazo va a generar problemas de salud.

Por esta razón, es necesario que desde casa se comience a darle una mejor vida a esas fundas del supermercado y desempolvar las bolsas de tela para empezar a usarlas. Aun cuando parezca una necesidad inmediata recurrir a ellas, con lo poquito que haces, estás cuidando el futuro de los más pequeños. Que no te de vergüenza andar en la calle con tus bolsitas o canastas para hacer las compras, llévalas con orgullo.

Si tienes acumuladas muchas fundas en tu casa y no sabes qué hacer con ellas. Cruz recomienda algunas opciones para otorgarles una mejor vida útil.

Como parte de materiales de construcción

Para reducir el uso de cemento, los constructores destruyen las fundas en pedazos pequeños para ponerlos en la mezcla y hacer los bloques para las edificaciones.

Construye tus propios ecobloques

En un recipiente o una botella trata de meter a presión la mayor cantidad de fundas para que estén compactas y se las utilice como una opción adicional para material de construcción en tu hogar.

Haz nuevos bolsos

Corta las fundas en tiras finas y crea hilo con ellas para poder tejer nuevos bolsos más resistentes y con más durabilidad.

Recomendación

Reemplázalas por materiales que duren más como bolsas de tela, sacos, canasta de fibras vegetales o  de plástico.