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Buena Vida

Francisco Pinoargotti: “Estoy con Dios y con el diablo”

El Buen Muchacho prepara una megapresentación en el Teatro Sánchez Aguilar, para celebrar junto al público una década de humor.

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El Buen Muchacho prepara una megapresentación en el Teatro Sánchez Aguilar, para celebrar junto al público una década de humor.Dominguero

Canta, actúa, baila, cuenta chistes y a la hora de parodiar no perdona a nadie. Así se resumen diez años de humor en la vida de Francisco Pinoargotti, desde que decidió llevar todo su talento a las tablas con sus monólogos. Conocido como el Buen Muchacho o el Showman del Ecuador, Pinoargotti celebrará su década dorada en el Teatro Sánchez Aguilar, en Samborondón, los días 11, 12, 13 y 14 de octubre con un megaespectáculo que tendrá 25 artistas en escena, entre músicos y actores. La presentación, según dijo, tendrá la misma dosis de humor con la que ha cautivado a su público, que le ha dado la satisfacción de llenar los teatros.

Vas a celebrar diez años de shows, pero tienes más de una década en el ambiente artístico.

Yo arranqué realmente en el 2007, pero en diciembre hice el experimento de hacer el primer show; en el 2008 los más fuertes como monólogos, big shows cómicos se dieron entre junio y julio de ese año. Ahí empezamos a hacer ‘No soy tan buen muchacho’, esa fue la primera gran presentación.

Pero si hablamos en retrospectiva, empezaste muchos antes en TV.

Lógico, yo empecé en 1996. Tengo 22 años en TV, pero como artista empecé a los 12 grabando discos de acetato y ahí están con un grupo llamado Ego. Después toqué con todas las bandas habidas y por haber de Guayaquil en todos los matrimonios. Salí como solista a los 19 años. Estoy en el mundo artístico como tal desde los 12 años y cobrando desde los 14. Tengo 30 años facturando por mi arte. Pero que no se entere el SRI (risas).

Ni tampoco las culebras... ¿tienes muchas detrás de ti?

No. Lo que tengo son víboras que quieren picarme... por envidia.

¿Sientes que hay gente envidiosa?

Creo que hay gente envidiosa, que envidia lo que haces, la capacidad que tienes para hacer cosas. Había un vago que decía que trabajaba conmigo y en algún momento insinuó que lo había echado del trabajo, y no fue así. Decidió emprender acciones legales que ahora él está pagando. Sí creo que en el mundo hay gente así. Aprendí a dejar la mochila vacía y las piedras botadas en la playa. Yo camino ligerito. No me llevo nada. Nada para mí, todo para mis hijos. Tengo 4 hijos, los míos, los tuyos y los nuestros. Y espero dos más.

¿Quieres dos hijos más?

Claro, en el mundo hay que dejar la cagada bien hecha (risas). Mi esposa quiere solo uno, yo dos. Pero si no quiere, el otro se lo traigo hecho (más risas).

He oído que vas a tirar la casa por la ventana, en un show tipo Las Vegas para celebrar una década de presentaciones.

Eso es un cliché, eso de tirar la casa por la ventana, yo siempre hago shows tipo Las Vegas. Es una fecha especial. Cuando estás casado y cumples 25 años de matrimonio son fechas especiales, pero va variando en muchas cosas. Pero en este caso, será un evento como el público está acostumbrado a recibir, con buenos músicos, una cantidad importante de actores y bailarinas, un buen show armado.

¿Cuántas personas habrá en escena?

Somos entre 24 y 25 personas.

¿Cuál será tu propuesta esa noche?

Primero hablar de las décadas, porque son 10 años de humor. Una década ganada en unas cosas, una década perdida en otras. Los que antes eran chiros izquierdosos, ahora son fastuosos prominentes empresarios y prósperos derechistas. Vamos a refrescar estos 10 años. Antes hablábamos de Blackberry ahora de WhatsApp. Hablábamos de un montón de cosas de la tecnología que han avanzado un mundo, expresiones idiomáticas, por ejemplo, se habla de las generaciones X, Y, los millennials. Yo digo que soy de la generación X, porque para los millennials soy eso, X (risas). Es verdad. Yo tengo hijos millennials, el más pequeño quería abrir la imagen con un dedo y yo decía ‘¡qué bobo!’, pero no, él estaba bien, el bobo soy yo, porque ahora todo es táctil.

Seguirás con las parodias...

Parodias, sátira política, que es lo que me encanta hacer. La presentación durará hora y media, pero a veces se extiende porque siempre me divierto, el público se entretiene.

Le has apostado al teatro Sánchez Aguilar que es para más de 900 personas, ¿se llenará?

No quiero ser alabancioso, ni mucho menos, pero hay una realidad, yo siempre hablaba del famoso teatro Candilejas, que mi mamá, en paz descanse, fue la primera que me llevó. Yo tenía 14 años.

¿Fuiste a ver a los Varela?

A ver a los Varela, Enrique Fuentes haciendo ‘Mi hijo es gay’ con Johnny Shapiro, Darío Vitori, era la época de oro. Yo crecí viendo eso y se me quedó para toda la vida en la cabeza. Cuando decidí montar esto ya estaba haciendo TV y la llamada gente de teatro, que eran las personas indicadas para mover el tema teatral en Guayaquil, no estaba haciendo nada, entonces decidí hacer estos shows cómicos. Recuerdo que no conocían el teatro Fedenador. La gente preguntaba si tenía bancas.

¿Llenaste el Fedenador?

Cuando íbamos a la función 13 fue lleno total, nadie tenía fe de que lo pudiera hacer. Ese año, entre el show de ‘No soy tan buen muchacho’ y ‘Visados para reír’, que duró casi 5 meses, fueron ‘sold out’ (venta total), ese año llené el teatro 46 veces. Y al siguiente, 40 veces más. No lo digo yo, está Ticket Show que empezó conmigo hace 10 años y tiene el registro, pregúntales. Te pueden dar las fechas de cuánta gente entró y en dos años en este país nadie lo ha llenado como lo hice yo, y lo digo con alegría no con soberbia. Ahí hay esfuerzo de empresario y artista, porque se invierte.

¿Esperas repetir la fórmula en el Sánchez Aguilar?

En el Sánchez Aguilar esperamos que la gente se acerque, son los 10 años, es algo especial, pero no le tengo miedo a la cantidad de personas que entren al teatro y si es por eso, ya hemos hecho historia. Simplemente son épocas distintas, tiempos diferentes, de hecho, se ha diversificado el tema del teatro, los microteatros y así la gente tiene mayor capacidad de ver variedad. Y está bien.

¿Qué es lo que hace distinto tus shows del resto?

Que son míos. Que los hago yo.

¿Lo estás diciendo sin soberbia?

Sí, sin soberbia. Es que cada persona tiene sus propios atributos, talento. El público es de todos. La gente le gusta ir a apreciar. Cada uno le pone su esencia, cada uno tiene su característica. Yo no digo que sea mejor que otros. Hay cantantes, artistas y humoristas que a mucha gente no les gusta, pero es su esencia. Sabina no es un gran cantante, pero es un excelente compositor. Son gustos. Pero no por eso podemos decir que no llene coliseos y estadios. Todo el mundo se queja de Arjona, yo lo vacilo a Arjona y me gusta.

Más de él...

- Guayaquileño de 44 años.

- Empezó en el mundo artístico como músico a los 12 años.

- En 1996 entra a SíTv, hoy canal Uno, como actor de sketches.

- Está casado con Mabel Bastidas, quien es su mánager y la que maneja la parte administrativa de la empresa productora que poseen.

- Es padre de 4 hijos, Nicole, fruto de su primer compromiso, quien estudia Cine en Buenos Aires; Juan Manuel, hijo del primer matrimonio de Mabel, con quien además procreó a Francesca y a Francisco, que despunta como músico.

- Además crea y dirige spots publicitarios para Puerto Limpio y la ATM.

- Está a cargo de Las tablas, un lugar donde cada noche se puede disfrutar de shows de música y humor.