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Wendy Villón: “Antes no había ni para el agua”

La DT fue la 10 de la Tricolor, ha sido atleta, jugadora de fútbol 11 y sala, y boxeadora. La medalla fue para su nieto de 4 años.

Foto de Sistema Granasa
Toda la celebración de Wendy Villón en la cancha del Alejandro Serrano Aguilar.Fotos: Freddy Rodríguez / Extra

Es una luchadora del fútbol femenino, es Wendy Villón, la entrenadora del Deportivo Cuenca que en su época de jugadora, lo hacía en canchas de lodo y barro, sin nada de logística. Ella es parte del fútbol de mujeres que tuvo que pelear para salir adelante.

En medio del festejo recibió el mejor regalo que podía tener, toda su familia en cancha y su nieto Jadiel, el pequeño llegó hasta el centro de la cancha.

Las luces del Alejandro Serrano Aguilar estaban apagándose, pero el pequeño iluminaba su cara. “El es mi nieto, el dueño de mi vida, vengan que se lo presento”.

Wendy ahora está de regreso a su Guayaquil querido con su nieto.

Está ronca de tanto gritar, de tanto desgaste de la final.

“No tienes idea como fue esto, una verdadera pelea, pero como les decía a mis chicas, los tiempos de Dios son perfectos, pero no hay tanto tiempo para celebrar, en mi cabeza ya está la Copa Libertadores” expresa la entrenadora que ha sido atleta de Guayas, jugadora de la Tricolor en fútbol 11 y fútbol sala y también boxeadora. Un deportista completa que está desde los 14 años y ha sido campeona

¿Ahora le podemos decir campeona?

Primero gracias, por venir y estar con las chicas, ese es el apoyo que necesitamos, no solo de boca, sino de hechos. Gracias a Dios logramos el objetivo, cuando llegué les dije, yo me meto de lleno, quiero ser campeona y las chicas lo sabían y gracias a Dios estamos celebrando esto. Pero el festejo fue en el día de partido, tenemos unos días de vacaciones y volvemos, ahora se viene lo más duro que es la Copa Libertadores.

¿El festejo fue a lo grande?

Teníamos que celebrarlo así, muchos dejamos nuestras ciudades, la familia yo a mi hijo Julio (25 años) y mi nieto Jadiel (4 años) que son mi vida, pero todo sacrificio tiene su recompensa. Gracias a Dios por todo esto, pero créanlo, hasta en este momento del festejo, tengo a la Copa Libertadores en la cabeza.

¿Sueño cumplido?

Así queríamos vivir esto siempre con estadio lleno, una ciudad unida por nosotras. No fue fácil, pero lo logramos.

¿Usted fue de las que jugó cuando no había apoyo?

Quien mejor que usted que nos vio jugar en el lodo, en las peores canchas, nadie daba el apoyo, no había ni para el agua. El fútbol es mi pasión. Uno hasta ponía de lo poco que tenía, había que rogar para los zapatos y uniformes. Fueron tiempos durísimos, y en esos años soñábamos con jugar con estadios llenos. Por eso cuando vi el Alejandro Serrano Aguilar a full, fue como un sueño cumplido. Lo que había soñado y luchado tanto se daba, pero lo disfrutaba como entrenadora.

Les dije a las chicas nuevas que aprovechen esto que nosotras no lo tuvimos.

¿Una guayaca cómo llega a Cuenca?

Todo fue un plan de Dios, Segundo Matamba que fue campeón con el Cuenca me hablo y me dijo que sería bonito que trabaje acá. No tenía equipo para la SuperLiga. Él me convenció y mande mi carpeta y le gusto, luego cuando llegamos a un acuerdo, ya tenían 3 jugadoras contratadas. Les dije que yo tenía una carpeta de chicas. Había que tener una buena base, lleve 9 chicas e hicimos un trabajo en silencio.

D. Cuenca fue un equipazo

Me siento feliz por todo lo que se ha conseguido, estas chicas sacrificaron mucho. Tenemos muchas seleccionadas y también una chica como Tamara Bermeo que jugo la final con 16 años.

¿Qué se viene ahora?

Hacer una buena Copa Libertadores, pero tengo un sueño a futuro y que el fútbol femenino crezca en todos sentidos, que el apoyo sea real para todos.

Fuiste la 10 de Ecuador

Tenía 17 años y el profesor Gary Estupiñan que era el entrenador me dio la camiseta 10, era un orgullo representar a mi país. Eso fue en 1997 en una Tricolor de mayores. Me eligieron como una de las mejores de Sudamérica. Jugué hasta el 2007.

¿Cómo se hizo entrenadora?

Estaba jugando fútbol sala y luego Gary Estupìñán y Rémulo Sotomayor, sabían lo que yo había hecho en el fútbol femenino y ellos me inculcaron para que estudie y sea entrenadora, al inicio no quería, pero me motivaron mucho.

Se adelantaron a los hechos, y luego comencé a ser profesora en el 2006 en equipos hasta que llegué a la selección nacional. Me preparé y aquí estoy.

Fui entrenadora de la selección de Guayas muy rápido.

Usted ha sido atleta, jugadora, boxeadora, es completa

Como atleta le di varias medallas a Guayas, cuando estudiaba en el Cardenal Spellman y como jugadora arranque en mi barrio de la 24 y Nicolás Augusto González, los muchachos me sacaba y a mi hermano Jhonny no le gustaba. Aprendí a jugar en la cancha. El box fue por mi tío Segundo Mercado, pero el fútbol es mi pasión.

Seamos honestos ¿Wendy es mejor con los pies o con las manos?

(Risas) Con ambos, llegue a ser seleccionada de Ecuador en futbol, y en box me defendía, pero no era lo mío.

¿Alguna vez peléate fuera del ring con alguien que se quería sobrepasar?

Y lo vas a publicar. Claro que, si cuando alguien le faltaba el respeto a mis hermanas, tocaba de darle con todo, creo que fue buena boxeadora.

¿Hijo y nieto quien le sigue los pasos en la cancha?

Mi hijo lo adoro, pero es malototote, mi nieto es chiquito, hay que ver si le gusta y que tal juega, pero ya tiene entrenadora que soy yo. Es mi adoración. Ojo mi hijo fue campeón con Barcelona en el 2012 el con Carlos Gruezo eran los juveniles.