Ante la suspensión de la fecha 3 de la LigaPro, el plantel de Mushuc Runa, que el sábado 11 de marzo de 2023 debía enfrentar a Guayaquil City en el Puerto Principal, la noche del viernes 10 de marzo regresó hacia Ambato, en la provincia de Tungurahua, pero las malas condiciones climáticas obligó a los jugadores a mover árboles y piedras de las vías para llegar a su destino.

En exclusiva con Diario EXTRA, mientras retornaban, un defensa del Ponchito, quien pidió se omitiera su nombre, contó que primero intentaron regresar por la vía Bucay, pero esta estaba cerrada por los deslaves. Fue por aquello, que se desviaron hacia la ruta Babahoyo – Guaranda, por la cual tampoco pudieron transitar porque se encontraron con 3 deslizamientos más.

“Llegamos a un punto y había un deslave, este era el primero (de la ruta Babahoyo – Guaranda) y se veía como caía la tierra. Medio carril estaba bloqueado para pasar. Nosotros nos bajamos del carro y tuvimos que mover unos árboles. Como había piedras en la vía el carro se golpeaba en la parte de abajo. Me imagino que fue grave porque sonaron duro los golpes”, reveló.

Cuando llegaron al segundo deslave, en medio de la madrugada, se dieron cuenta que la situación se complicó, debido a que el autobús ya no pudo seguir con su recorrido. Había muchos escombros de gran tamaño. Ante aquello, se quedaron durmiendo en el vehículo y al amanecer del sábado 11 de marzo decidieron avanzar caminando durante aproximadamente 40 minutos.

“El segundo deslave era mediano. Los árboles y la tierra en la vía no dejaron pasar al bus, por eso que empezamos a caminar. En el último deslave sí estaba bloqueada la vía. Nos tocó pasar por encima de los escombros, tratando de pisar por donde estaba duro. Nos ensuciamos los zapatos, yo me hundí el pie, pero lo tomamos con alegría porque ya llegamos a nuestras casas”, dijo.

Tras atravesar los deslaves un adulto mayor llevó a un grupo de los jugadores de Mushuc Runa en su camioneta hasta San Miguel, en la provincia de Bolívar, donde los esperó un autobús que coordinó el club y los trasladó hasta Ambato. Pasaron una travesía, pero cerca de las 10:00 del sábado 11 de marzo llegaron sanos y salvos a sus hogares.