Al cantante colombiano, Andrés Cepeda, el coronavirus no le impidió seguir haciendo música. Hace menos de un mes —justo cuando lo vacunaron— se contagió con el ‘bicho’, junto con su esposa, sus suegros y otros integrantes de su familia, radicada en Bogotá, Colombia.

“Estaba angustiado por ellos porque son mayores, pero afortunadamente todos estamos bien... Siempre queda la preocupación de que en algún momento aparezcan síntomas, pero en este caso salimos muy bien librados”, confiesa para EXTRA el intérprete de ‘Día tras día’.

Los síntomas fueron tan leves que incluso pudo continuar con sus actividades artísticas. Por eso compuso el tema ‘Lo que se va’, su más reciente producción junto a la mexicana Ximena Sariñana.

“Cuando cayó este tema del encierro tuve tiempo para pensar en un álbum latinoamericano, pero con un traje distinto a lo que hago, que es más acústico –con guitarra y piano–, así que recurrimos a herramientas de otra época que estaban arrumadas en la bodega”, explica.

Una caja de ritmo y un sintetizador fueron necesarios para darle un toque retro al nuevo material discográfico de Cepeda. 

Esta evolución de sonidos presente en el nuevo álbum aún conserva esa temática de amor y desamor que es apreciada por sus seguidores.

EL REGRESO A LOS ESCENARIOS

Hace una semana, Cepeda dejó de “ser contagioso” y está listo para continuar con sus proyectos artísticos. El más próximo es una gira presencial de 12 fechas por algunos lugares de Estados Unidos. “Están más avanzados con lo de la vacunación. Iniciaremos allá la primera semana de agosto”.

En noviembre también les dieron luz verde para shows en Colombia. “Estamos felices por volver a los escenarios y esperamos pronto regresar a Ecuador”, dice.

Quito fue el último lugar en el que estuvo antes de que empezara la pandemia. “Hubo un lleno total y lo tengo muy presente”, describe.

Hoy, la meta es culminar con su gira ‘Compadres’, junto a Fonseca. Aquel disco, denominad Trece, fue merecedor de un Latin Grammy.

Sin embargo, para el cantante cafetero, no existe nada que supere a ese intercambio de energía que se produce entre el público y el artista.

Pese a que durante la pandemia hizo cuatro shows virtuales, reconoce que la experiencia no es la misma. El más grande llegó a 60 mil personas de algunos países. Luego hizo encuentros un poco más íntimos. Incluso un espacio en el que combinó la comedia con la música. “Me parece un sueño volver a estar con la gente. Para ellos, un concierto digital tampoco es lo mismo”, indica emocionado.