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Farándula

Fanáticos de Bad Bunny viajaron con las últimas

Salieron corriendo de su trabajo, otros pidieron permiso, algunas llegaron a maquillarse al aeropuerto para ir directo a ver al ‘Conejo malo’. 

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Bad Bunny en uno de sus últimos conciertos.cortesía

Llegaron al ‘baldeo’ de los viajes en avión. Los fanáticos del rapero Bad Bunny salieron de Guayaquil a Quito para disfrutar de su concierto a última hora.

Tal es el caso de Nayeli Coello, quien logró comprar un pasaje, pero solo de ida, ya al regreso buscará un bus o lo primero que salga. Debe estar a primera hora en su trabajo. Ella es profesora de niños y solo le dieron permiso medio día, por eso salió de la escuela corriendo a treparse al avión.

La historia de Mishell González es un poco distinta, pues compró con anterioridad su pasaje, pero lo hizo para el mismo día del show. Debía trabajar y el permiso laboral le fue negado.

“Igual llegaré a un hotel a dejar mis cosas y luego iré al estadio para el show. En la mañana regreso”, agrega la joven.

Se alistaron en el aeropuerto

Paulina Cordero y Suhey Constante son dos amigas que se acolitan en todo, tanto así que entre ambas se estaban maquillando mientras esperaban abordar el avión.

“Vamos directo al estadio y debemos ir listas. Planificamos la compra de entradas al concierto desde inicios del año, por eso nos vamos a quedar a hacer turismo”, cuenta Paulina.

Es que ambas solicitaron permisos a sus familias y se quedarán cinco días en la capital. Quieren conocer un poco más el país y Bad Bunny fue una excusa perfecta para hacerlo en la urbe quiteña.

“Seguimos a Bad desde 2016 cuando cantaba trap. Nos gustan mucho sus temas”, menciona Suhey.

Lo tentaron

Erik Layana narra a este Diario la tentación más grande de su vida. A él lo localizaron aerolíneas para comprarle sus boletos de avión. Le ofrecían 500 dólares por su pasaje y otros 500 por el de su esposa. Alegaban que los vuelos iban repletos y estaban dando esa cantidad por esa razón.

“Compré los tickets hace varios meses porque mi amigo me contó que lastimosamente se iba a casar y me vendió las entradas. A mí me costó menos de 100 dólares la ida y vuelta. Actualmente está en más de 400. Mejor sale irse a Miami”, explica entre risas.

Erick no quiere perderse de ver al puertorriqueño, pues ya le pasó en 2018 cuando se presentó en la explanada de Mucho Lote y lamenta hasta el día de hoy no haber asistido y tomarse una foto con el que ahora dice él “es el cantante más importante mundialmente”.