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Farándula

Marcela Ruete no le para bola a la edad

Casi cuarentonas, la serie que protagoniza, se terminó de grabar. la actriz prepara proyectos personales y en el teatro.

Foto de Sistema Granas (7313157)
Marcela Ruete es actriz de televisión y de teatro.Alex Lima

Como en la serie que protagoniza Casi cuarentonas, la actriz Marcela Ruete (36) se aproxima a las cuatro décadas de vida. Sin embargo afirma que aquello no le asusta. Después de unas jornadas agotadoras de grabación que finalizaron a inicios de octubre y que prácticamente la tenían sin vida, la recordada Lulú de Tres familias retomó sus actividades cotidianas. Apenas puso fin a la historia se hizo un cambio de look: de castaña a rubia. La serie que se emite por TC se mantendrá al aire hasta enero del 2022.

Es común que las personas, sobre todo las mujeres, teman al paso de los años.

Todavía están lejos mis 40 (risas). En la vida real soy la más jovencita de mis compañeras Carolina Piechestein y Érika Vélez. En la serie, mi personaje (Mirela) tiene 38. La edad es relativa, no creo que nos impida a hacer lo que queremos y peor ahora. Mis padres son mi ejemplo. Él (Francisco) tiene 80 años, medita dos o tres veces al día, camina 12 kilómetros diarios, ayuda a personas con problemas de depresión y alcohol. Mientras que mi mamá (Mónica), de casi 65, jamás se ha puesto nada y luce regia. Tiene una personalidad muy divertida y los nietos la aman. Antes no se vivía con tanto estrés. Yo trabajaba de lunes a jueves a full, los otros días se los dedicaba por completo a la familia. Aunque en la última etapa de grabación también debí trabajar viernes y sábado para terminar a tiempo. No existía el descanso.

Con sus otras compañeras existe una gran química frente y detrás de pantalla.

Carolina es muy divertida. Nos encantaba grabar juntas, aunque el resto sufría porque ellos sabían que íbamos a hablar mucho. Ya quedamos en que cuando regrese Érika (quien está en Colombia), nos reuniremos. Con ella trabajé en Tres familias, pero casi no grabé nada porque pertenecíamos a dos familias distintas. Con Carolina nunca había trabajado. Una grata experiencia.

A Marcela siempre se la ha cuestionado porque no se desprende del papel de La Cococha (de El Cholito)...

(Risas) La gente me identifica con ese personaje, pero en las redes sociales recibo muchos mensajes positivos del público que me felicita por Mirela, una mujer muy real que decide separarse de su marido porque no soporta su comportamiento.

Tal vez aquello es lo que le atrajo al aceptar este rol…

Es un personaje que demuestra que las mujeres podemos cambiar, que nunca es tarde para ser feliz y tomar las riendas de nuestras vidas. Su esposo (Diego Spotorno) no la maltrataba físicamente, pero lo hacía psicológicamente, no la dejaba trabajar, nunca ejerció su carrera de abogada.

Volvió a trabajar con Diego…

Trabajamos en Tres familias. Me encantó que nos reencontremos, ya nos conocemos y eso hace que todo fluya. Es chévere tener química con alguien en el set, se conocen sus muletillas, se agarra el texto fácilmente.

Después de Casi Cuarentonas, ¿ya tiene un as bajo la manga?

Empecé con los ensayos de una obra teatral. Se me ríen porque dije que quería descansar, pero surgen oportunidades que no se pueden desperdiciar. Se trata de una comedia que llevaremos a teatros grandes con Martín Calle, Cecilia Cascante y Miriam Murillo, dirigida por Jorge Toledo, con quien no había trabajado desde El Cholito. Acepté la propuesta porque me divierte y será más que nada una terapia. Nos amamos con Martín. 

También estoy en un proyecto relacionado a la salud, bienestar y belleza, con dos socias extranjeras. Todavía no puedo dar detalles. Además, el viernes (hoy) empiezo un curso con una mentora mexicana, Claudia Schaefer, quien tiene una escuela de coaching y negocios. Estudié Psicología Transpersonal, actuación, asesoría de imagen, tai chi, medito, soy esposa, madre... Quiero sacarle provecho a todo lo que sé. Mi esposo es muy comprensivo, no se complica porque trabaje tanto. Sabe que son proyectos que duran cinco o seis meses, no es algo que se extenderá por un largo tiempo. No es celoso, me acolita. Así es la vida de un actor. 

“No creo que la edad nos impida hacer lo que queremos”.

  • Con tres hijos se queda

¿Tres hijos ya son suficientes o todavía quiere más?

Mis niños llegaron seguidos. Cayetana (8), Francisco (6) y Martina (3). Ahí me quedo, quiero darles calidad de vida. Soy feliz con los tres. Mi hija Martina quiere hacer todo sola. Con mi esposo (Francisco Negri) disfrutamos un montón los fines de semana. Los dos primeros son argentinos, la tercera es ecuatoriana. Entonces yo estaba grabando Tres familias, no podía moverme (risas).

¿Le agradaría que ellos sigan sus pasos actorales?

Mi hija mayor es una bala, tiene facilidad para aprenderse los textos, pero actriz no. Acabamos de grabar un comercial de champú en Quito. La menor es un personaje, las marcas la adoran. Al varón le gusta irse al campo con el padre. Prefiero que se dediquen a otros oficios que sean más estables, aunque les diré que hagan lo que los haga felices.

Vivió una temporada en Argentina, ¿volverá a esa tierra?

Viví en dos etapas, una de soltera y otra de casada. Pero por ahora no queremos movernos, estamos contentos aquí. La familia de mi esposo nos trata de convencer para que regresemos a Argentina. A él le encanta Ecuador, tiene una empresa de insumos agrícolas.