El piso de madera quedó teñido con la sangre de un hombre de 28 años, quien dormía en la casa de su abuela, en la Isla Piedad, en las riberas del río Esmeraldas.

Al parecer, cuatro hombres entraron a la fuerza a la residencia y mutilaron su cuerpo. Se cree que fueron machetazos. Su cabeza estaba a punto de desprenderse del cuello; intentaron decapitarlo.

Los moradores dieron la alerta a la policía sobre el sanguinario ataque. “El vecindario despertó alarmado por lo ocurrido. Estaba dormida cuando escuché los gritos y golpes de machetazos, no salimos por temor. No pudimos ver quiénes cometieron este acto sangriento”, resumió Dolores (nombre protegido), quien vive a dos casas de la escena del crimen.

Según indagaciones previas, los atacantes aprovecharon que Richard estaba solo en la casa para perpetrar el asesinato. Tumbaron la puerta de entrada y fueron directo al cuarto donde el hombre descansaba.

A Richard lo conocían como Mi loco, chapa que recibió porque supuestamente era adicto a la cocaína.

“Cuando andaba como loco sabíamos que estaba consumiendo, pero no le faltaba el respeto a nadie”, contó un lugareño, quien conoció a la víctima desde su adolescencia.

Mi loco vivía en la casa de su abuela desde hace cuatro meses, después de que su mamá falleció a causa del cáncer.

“Eso fue un golpe fuerte para él. Su mamá estaba siempre pendiente de él. Desde que ella murió consumía más. No sabemos por qué le hicieron eso”, indicó un familiar.

Ollosa tenía antecedentes penales por tenencia de armas en 2012 y en 2019 fue detenido y procesado por robo. 

Viernes rojo

La tarde y noche de este viernes 19 de agosto hubo tres muertes violentas más en Esmeraldas. La primera víctima fue Víctor Medina (23 años), alias Mi Perro, quien fue asesinado por presuntos sicarios, a las 10:30, en el barrio El Arenal. 

Según familiares, el joven estaba en su casa e iba a bañar a su mascota, pero recibió una llamada al celular y por eso salió; supuestamente esa fue la trampa para ejecutarlo.

Ese día, a las 19:00, sicarios ‘viraron’ a Jordán Vera (21 años). Allegados lo llevaron a un hospital, pero no resistió los cuatro ‘pepazos’ que recibió y en la escena del crimen hallaron una bala deformada.

La policía halló una vaina percutida calibre 9mm, con grabados que se leen “S&B 9X19 21”. Fue en el barrio Brisas del Mar, sector conocido como El Bolsillo.

A las 22:30 fue acribillado Anderson Benalcázar, quien recibió 30 impactos de bala, a pocas cuadras en donde ‘quebraron’ a Jordán.

Los agentes recogieron dos vainas percutidas, calibre 9mm; otra calibre 380mm. Y un cartucho calibre 9mm.