Había sangre sobre el asfalto. El líquido emanaba del cuerpo de un ‘chambero’, al que le dejaron una sola perforación en el pecho, en la tarde de este 22 de febrero. Durante dos horas estuvo tirado en el piso, esperando una ayuda que nunca llegó. Murió ahí, solo. La sangre que recorrió la calle en Trinidad de Dios, sur de Guayaquil, se secó y las moscas, aprovechando la desgracia ajena, revolotearon con regocijo. 

Las autoridades, quienes acordonaron la zona y verificaron la muerte del hombre, aseguraron que nadie en el lugar quiso hablar de lo sucedido. En el sitio tampoco hubo familiares y no han podido identificar a la víctima.

Pese a esto, la Policía inició un plan candado en lugares cercanos al crimen, pero no tienen ningún indicio del asesino.

También se desconocen las motivaciones del hecho. Ante la situación, los uniformados hicieron un llamado a la ciudadanía para aportar con información valiosa que permita esclarecer los hechos violentos que se presentan en Guayaquil.

La única información que se conoce del fallecido es sobre su tez trigueña, que no era de la zona y sería mayor de edad.