El 2 de julio de 2020 fue uno de los peores días para la familia Yaguana-Eras: luego de una prueba, los nueve integrantes dieron positivo para COVID-19. Todos, incluida Esther de Jesús, una abuelita de 105 años.

Su recuperación no solo alegró al entorno familiar, sino al propio personal de salud que monitoreó su estado. La doctora Johanna Caraguay hasta lloró de alegría cuando le dio la buena noticia. “Superar esta batalla es una gran alegría y una ilusión para todos. Usted es una guerrera”, manifestó entre lágrimas la especialista mientras le daba la buena noticia a doña Esther.

La especialista contó que no hubo necesidad de hospitalizar a ningún integrante de la familia y, a pesar de que la abuelita tenía la presión arterial un poco elevada, esto no complicó su condición.

Su hogar ahora está lleno de flores y globos rosas para celebrar la vida de Esther. Ella, lúcida y alegre, recordó que mientras tuvo el virus sintió malestar, le daba diarrea, pero se puso en las manos de Dios y le pidió a la Virgen del Cisne que la ayudara en esta batalla, de la cual salió triunfante.

Fabiola Barba, epidemióloga de la Zona 7, comentó que el protocolo para los pacientes positivos que no presentan síntomas es guardar 14 días de aislamiento. Desde el 6 de agosto, las personas con síntomas deben permanecer en cuarentena u hospitalizadas por 21 días, luego de eso son monitoreados en casa.

Barba destacó que la abuelita longeva venció el coronavirus a los 21 días. Como ya no presenta sintomatología no es necesario recurrir a una segunda prueba. De los nueve integrantes de la familia, seis fueron asintomáticos. Sin embargo, todos están libres de la enfermedad, pero continuarán bajo observación médica.