La ecuatoriana Neisa Lidia Saavedra fue sentenciada a 16 años de cárcel como presunta autora de secuestro extorsivo y alteración de identidad. Ella fue investigada y procesada por el secuestro de un infante venezolano de 18 meses, a quien, en julio del 2018, arrebataron en Cúcuta (Colombia) y lo trajeron a Cuenca, donde fue inscrito en el Registro Civil con otra identidad.

La sentencia la emitió la tarde del viernes 26 de julio, el Tribunal de Garantías Penales del Azuay, tras cuatro días de audiencia de juicio. En el dictamen, sentenciaron a tres años de privación de la libertad, a otras dos personas acusadas como autores del delito de alteración de identidad del infante. Un cuarto procesado fue sobreseído.

El hecho se remonta al 19 de julio de 2018. Tras haberse ganado la confianza de una madre venezolana que había llegado con su niño a una casa de acogida en Cúcuta, Neisa Lidia Saavedra habría aprovechado que el infante se enfermó y con el pretexto de llevarlo a un médico, se lo pidió a la madre; pero no regresó.

Esta acción habría quedado registrada en videos de una cámara de seguridad de un centro comercial de Cúcuta. Así siguieron el rastro de la mujer.

El infante había sido traído a Cuenca, y el 1 de agosto de 2018 lo inscribió con otra identidad mediante un documento notariado, en el cual una pareja de extranjeros aducía ser los padres del infante, según consta en el proceso.

El 2 de agosto, por una denuncia de un vecino en un sector del oeste de Cuenca, se dio con el paradero del pequeño.

El denunciante hizo conocer que desde la habitación de la tercera planta de la casa oían llorar insistentemente a un niño. Al sitio había llegado a vivir, a finales de julio, una mujer joven y rubia, un hombre australiano y otras dos personas mayores.

Por varios días consecutivos escucharon el llanto del menor de edad.

Los arrendatarios le habían dicho al vecino que ellos eran los padres y abuelos del bebé, pero lo que le llamó la atención al denunciante es que los rasgos del pequeño eran distintos a los de los padres y abuelos, por lo cual reportó el hecho a la Policía.

SECUESTRO

Con esa denuncia y el cruce de información entre la Unidad Antisecuestros de Ecuador (Unase), en coordinación con el Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal de Colombia (Gaula), descubrieron que se trataba del pequeño Sebastián, quien había sido traído desde Cúcuta.

En Cuenca, la vivienda donde se hospedaba la nueva familia fue allanada y los implicados detenidos e investigados por el delito de secuestro.

Los agentes hallaron al bebé junto a cuatro personas, quienes ese día se acogieron al derecho del silencio.

Como evidencias, decomisaron la ropa del infante, pasaportes, documentos personales y la identificación del pequeño, quien habría sido inscrito en el Registro Civil de Cuenca como hijo de la mujer rubia que habría dado a luz en noviembre del 2016, y del australiano, avalado con un documento notariado.

El domingo 5 de agosto, Sebastián fue entregado a su verdadera madre, quien viajó dos mil 136 kilómetros para recuperar a su bebé. Ambos quedaron amparados con la protección a testigos.