Actualidad
¡No más revictimización por abuso sexual a niños!
Nuevo protocolo elaborado por la Fiscalía y la Unicef busca establecer un protocolo de entrevista forense, mediante escucha especializada, para niños que han sido víctimas de abuso sexual. Con eso se evita que vuelvan a sufrir una ‘violencia’ sicológic

En 2017, dos de los niños afectados por abuso sexual en el colegio Aguirre Abad acudieron a oír declaraciones de una de las partes acusadas.
El caso de los niños abusados sexualmente en la Unidad Educativa Réplica Aguirre Abad, en 2017, dejó secuelas. Los testimonios de los menores coincidieron en que los docentes solían encerrarlos en el baño, para después amarrarlos, obligarlos a beber orina, tocar sus partes íntimas y violarlos. Algunos no querían ir a declarar; evitaban hacerlo porque el solo recordar esos hechos era como revivirlo. Era como ser violentados nuevamente. Era volver a sufrir algo que querían olvidar.
Esto es, precisamente, lo que se quiere evitar con un nuevo protocolo de entrevista forense, mediante escucha especializada, que por fin dé valor a la palabra de los niños y adolescentes que hayan sido víctimas de abuso sexual. El plan fue presentado este jueves 2 de mayo de 2019 por la Fiscalía General del Ecuador y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La herramienta inició su construcción en 2017 y ha contado con el apoyo de al menos 12 instituciones y representantes de la academia y organizaciones de la sociedad civil. Era parte de la campaña ‘Ahora que lo ves, di nomas’.
El protocolo permite darle valor a la palabra del niño y que sea tomada en cuenta en el proceso judicial. Joaquín González, representante de Unicef, considera que eso es crucial debido a que en la mayoría de los casos de abuso sexual los únicos testigos son la víctima y el abusador, y el menor siempre está en desventaja por su condición vulnerable.
¿En qué consiste? La técnica apunta a que se realice una sola entrevista oficial para el caso de las investigaciones con niños y niñas. El experto reveló que existían casos en que un niño era entrevistado hasta por seis ocasiones y eso puede llevar a contradicciones y manipulaciones pero con la técnica se evita eso.
Ejemplo de ello es lo que ocurrió en el colegio Aguirre Abad. Y no solo en este caso. El informe final de la Comisión Aampetra, entregado en noviembre de 2018, detallaba, por ejemplo que las autoridades de centros educativos investigados ( Academia Pedro Traversari de Quito, la escuela Mushuk Pakari, de Quito; los dos casos que involucran al colegio La Condamine y algunos más) incumplieron su obligación de denunciar los casos o directamente los ocultaron; no establecieron medidas de protección inmediatas ni brindaron acompañamiento psicológico a las víctimas; no colaboraron con las investigaciones o (como en el caso de Aampetra) “aplicaron maniobras dilatorias” para impedir la ejecución de las sentencias; actuaron con negligencia en el proceso de contratación de docentes; se resistieron a cumplir con la reparación de las víctimas. Y a ello se suma el dolor de las víctimas y de sus familiares por todo el retraso en el proceso judicial, en el que los afectados también debieron declarar.
Se da valor a la palabra del menor
De acuerdo con los expertos que trabajaron en este tema, explica la Fiscalía en su página web, la debilidad en la coordinación entre las instancias involucradas en la investigación puede generar múltiples entrevistas, las cuales “pueden ser reiterativas o ser realizadas por distintos entrevistadores”. Esto no es recomendable, “ya que puede aumentar la angustia del niño y su percepción de que la investigación le es perjudicial, así como generar inconsistencias en el testimonio”.
De allí que para González la aplicación del protocolo es un gran paso en la protección de los niños en Ecuador porque una buena entrevista, donde el menor se sienta cómodo y tranquilo, permite aclarar los hechos sobre la base del respeto a la víctima.
La fiscal general Diana Salazar explicó que el aporte fundamental es la no revictimización de niños y adolescentes víctimas de violencia. Se enfocará en derechos y principios de protección integral. Los afectados podrán acceder al protocolo a través de la aplicación de funcionarios y servidores de la Fiscalía.
Añadió que las víctimas callan por miedo, impotencia, vergüenza y desconocimiento, La mayoría de casos judicializados evidencia que los abusos los cometen conocidos y familiares que acceden con facilidad a su entorno y se aprovechan de la confianza.
Los delitos sexuales en contra de menores se incrementaron en los últimos años. Pasaron de 1.959 en 2015 a 3.146 en 2018. Solo entre enero y marzo de 2019 se registraron ya 774 casos, precisó la fiscal.
El protocolo cuenta con una guía y un vídeo explicativo en el que se explica la estructura de la entrevista, en lugar y el momento en el que se realizará, participantes, forma de registrar, duración, estrategias para formular preguntas, uso de materiales de apoyo, entre otras cosas.