A Mercedes Robalino se le va hasta el hambre. La preocupación y la indignación invaden a esta maestra, vicerrectora de un plantel fiscal del suroeste de Guayaquil.

¿El motivo? La propuesta que una comisión especial presentó para que el Sistema de Pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) sobreviva 50 años más, hacer sostenible el fondo de pensiones.

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A ella le faltan tres años para cumplir su sueño, jubilarse, luego de haber educado a generaciones por tres décadas. “Tengo 65 años, iba a salir a los 68, pero con esto culminaría a los 73. Yo sufro de artrosis y artritis, asimismo he sido operada dos veces del corazón. La propuesta es que mueran rápido, para que no nos paguen lo que nos corresponde, muchos maestros estamos enfermos”, indica.

Mercedes cuenta que a una compañera se le subió hasta el azúcar (sufre de diabetes) al conocer la propuesta que todavía no está aprobada.

Juan Sánchez es vendedor de una empresa privada, a él le faltan dos años para alcanzar su jubilación. El hombre, de 65 años, admite que no entiende del todo lo que ofrece la comisión. Lo que sí tiene claro es que contaba con ese dinerito para disfrutar de su familia, incluso independizarse y poner una tienda en su sector, al noroeste porteño.

Mercedes confiesa que quiere aprovechar el tiempo con sus nietos, ya que no pudo hacerlo con sus hijos, por el trabajo. Quiere recrearse. Confiesa que siempre ha  tenido vocación y que ha asistido a su trabajo incluso con serios problemas de salud. 

"Estoy entregando lo último mejor de mí, mi trabajo, mi esfuerzo. Me operé del corazón, luego de una semana, fui a trabaja. Me caí en el plantel, se me quebró el brazo;  con todo y yeso me fui a laborar. Me operé un ojo, a los dos días estaba en el colegio, así es mi vocación", manifiesta. 

La adulta mayor dice que lo que el Gobierno debe de hacer es pagar la deuda con el Seguro Social para que este subsista. "No tienen que meternos la mano en el bolsillo a los trabajadores. El Seguro no se vende, el Seguro se defiende”, expresa Robalino, quien revela que de no ser oídos, saldrán a las calles y no solo los maestros, ellos irán con sus familias, vecinos, piensan movilizar a la ciudadanía. 

Otro profesor, Theo Constante, también se pronunció al respecto. “A nosotros nos descuentan mensualmente lo del Seguro y el empleador, en este caso, el Ministerio de Educación, no le paga las cuotas, por lo tanto no podemos hacer préstamos ni novaciones. Tiene tres meses impagos, en mora con el instituto, es inadmisible”, sostiene el afiliado.

Él y su esposa son docentes. “Mi esposa se jubila este septiembre con 40 años de servicios y 60 años de edad, esperemos que no haya ningún problema. Yo me jubilo el próximo año con cuatro décadas de servicio y 60 de edad. La verdad, ya no aguantamos tantas injusticias”.

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