El sueño americano para cinco miembros de una familia guayaquileña se ha convertido en una pesadilla. Una de sus integrantes murió ahogada y dos están desaparecidas en un río de Panamá.

La travesía para las hermanas Sonia Luzmila y Teresa del Rocío Pincay Toaza; su sobrina, Scarleth Yamileth Rodríguez y otros dos parientes, comenzó el 26 de noviembre.

Para cumplir el anhelo de llegar territorio gringo, los integrantes de la familia Pincay Toaza, quienes habitan en la parroquia Pascuales, de Guayaquil, eran conscientes que debían viajar vía terrestre hasta Colombia y que luego tenían que atravesar ríos y selvas. Sin embargo, en su desesperación, motivados por la falta de empleo, los empujó a buscar mejores días. Se arriesgaron.

Miriam Pincay, madre de Jamileth, hermana de Sonia y Teresa y tía de los otros dos viajeros, cuenta que desconocían las intenciones de sus seres queridos y que se enteraron de su plan de llegar a la ‘Yoni’ horas antes de que decidieran emprender el viaje.

“Ni mi hija, ni mis hermanas, tampoco mis sobrinos comentaron nada. Parece que todo lo habían planeado entre ellos. Salieron a las 19:00 del 26 de noviembre hacia Medellín”, contó la señora.

Otro allegado relató que los cinco llegaron vía terrestre al país cafetero, que estuvieron en un campamento, luego realizaron un recorrido de cuatro días por la selva de Darién (uno de los puntos más peligrosos que se ubica en la frontera entre Colombia y Panamá) y finalmente, el 6 de diciembre, llegaron al río Aguas Calientes, donde se produjo la desgracia. Sonia Luzmila, de 52 años, se ahogó, mientras que los cuerpos de Teresa (62) y Scarleth (20), quienes también cayeron al agua, continúan desaparecidos.

“Los otros dos familiares que viajaron con ellas nos cuentan que primero hacen subir a las mujeres y a los niños a las lanchas. Es por eso que ellas se embarcaron, pero la lancha se viró y ellas, como no sabían nadar, el río se las llevó. Solo apareció el cuerpo de Sonia”, manifestó.

Los parientes sostienen que los dos varones de la familia, quienes viajaron con las tres mujeres, se comunicaron por teléfono desde Panamá y les informaron del infortunio que les quitó el anhelo de pisar suelo estadounidense en busca de un empleo y mejores ingresos económicos.

Bingos para repatriar cuerpo

La familia Pincay Toaza está desesperada. Desea poder repatriar el cuerpo de Sonia, localizado horas después de que se ahogara y para eso han organizado bingos. Sin embargo, el dinero que han reunido y que le permitió a otro pariente viajar a Panamá no es suficiente.

Piden ayuda al Gobierno, al consulado y a la Cancillería no solo para traer el cadáver de su familiar, sino también para que se busque y localice los cuerpos de las desaparecidas.