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Jhonatan Cedeño, docente oceanógrafo de la Espol.Cortesía

Alerta de tsunami: Oceanógrafo aclara cuánto tiempo más Ecuador debe temer al mar

Un oceanógrafo de la Espol detalla también cómo el fuerte sismo en Rusia puede afectar a Galápagos. Puerto Ayora puede ser un punto crítico

El sismo de magnitud 8.8 ocurrido en la península de Kamchatka la noche del 29 de julio mantiene en alerta a Ecuador incluso más de 48 horas después. Jhonatan Cedeño, docente e investigador de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), explica por qué este evento lejano tiene en vilo a nuestras costas y qué medidas deben tomar los más vulnerables: turistas, residentes y trabajadores de balnearios.

(Lea también: El terremoto en Rusia y la profecía de Ryo Tatsuki: ¿Un aviso que se cumplió?)

¿Qué se viene para Ecuador tras el terremoto en Rusia?

Aunque el epicentro del devastador sismo estuvo al otro lado del planeta, en la región de Petropavlovsk, en Rusia, la amenaza para Ecuador aún no ha desaparecido. Así lo confirma el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar), que la noche del 30 de julio –un día después del sismo y tsunami en Rusia– volvió a recalcar: “Se mantiene el peligro de tsunami para Ecuador.”

Jhonatan Cedeño, docente de Oceanografía en la ESPOL, explica que, por la magnitud del evento (8.8), la cercanía del epicentro a la costa rusa y el tipo de movimiento tectónico, “la columna de agua del océano fue perturbada de forma violenta, generando una ola que puede cruzar la cuenca del Pacífico a velocidades de hasta 700 kilómetros por hora”.

¿Quiénes deben estar en alerta tras el tsunami de Rusia?

Los más vulnerables, según el experto, son los residentes costeros, trabajadores de balnearios, turistas y embarcaciones de pequeño calado que operan en zonas como Salinas, Manta, Esmeraldas o Puerto López. Pero sobre todo, las islas Galápagos.

Tsunami en Galápagos: evacuaron pescadores de isla Santa Cruz.Canva

"La forma de las bahías, como la de Puerto Ayora, actúa como un embudo que amplifica las perturbaciones de la ola cuando llega. Ya ha pasado antes, como en el tsunami de 2011 generado por el terremoto de Japón, donde el agua llegó a inundar las primeras calles", recuerda Cedeño.

El boletín número cinco de Inocar establece que se podrían registrar olas de hasta 1 metro en la costa ecuatoriana y de 1.5 metros en Galápagos. Aunque no se trata de una amenaza catastrófica, sí es suficiente para alterar corrientes, inundar zonas costeras y afectar embarcaciones.

¿Qué hacer si estás en la playa o planeas ir en alerta de tsunami?

El margen de tiempo entre el sismo y la llegada de las primeras perturbaciones (entre 15 y 17 horas) permite una ventana de preparación crucial, y ya se han emitido alertas y evacuaciones preventivas en algunos sectores.

Las personas estaban expectantes ante la alerta de tsunami.Joffre Lino

  • Para quienes viven, trabajan o vacacionan en la costa, las siguientes 48 a 72 horas tras el evento sísmico son clave:
  • Evitar ingresar al mar, especialmente en bahías o zonas cerradas donde la energía puede concentrarse.
  • Alejarse de muelles y embarcaderos, donde las corrientes generadas por un tsunami pueden ser peligrosamente impredecibles.
  • Estar atentos a boletines oficiales de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Inocar o los Comités de Operaciones de Emergencia (COE).

Evacuar zonas costeras si así lo indican las autoridades. “Los comunicados no se emiten al azar, sino tras correr modelos con escenarios históricos y monitoreo en tiempo real”, señala Cedeño.

Además, recomienda que las embarcaciones de turismo y pesca ligera se mantengan alejadas de la costa, pues el comportamiento del mar puede volverse errático incluso varias horas después de la llegada de la primera ola.

¿Está preparado Ecuador para un tsunami?

En cuanto a la capacidad de respuesta, Cedeño destaca que Ecuador cuenta con un sistema de alerta nacional interconectado al del Pacífico, lo que permite una reacción rápida basada en datos de sensores y boyas distribuidas por toda la región.

Además, cada año, normalmente entre septiembre y octubre, se realizan simulacros de evacuación en zonas vulnerables para familiarizar a la población con las rutas de escape y las zonas seguras. “Esto es clave para que las personas no entren en pánico y sepan actuar con rapidez”, resalta el investigador.

Aunque Guayaquil no figura como zona de riesgo por tsunami –al estar dentro del estuario del Golfo, donde la energía de las olas se disipa considerablemente–, sí participa en simulacros sísmicos, lo que también aporta a una cultura de prevención.

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