El miedo que causó un violento intento de robo en la calle Carlos Arcos, en Amagasí de El Inca, norte de Quito, ha hecho que la gente se quede resguardada en sus casas. En ese punto lo que priman son los conjuntos habitacionales y dos de sus residentes estuvieron a punto de ser sometidos por peligrosos criminales.

Una cámara captó el instante en el que dos delincuentes armados se bajan de un taxi y persiguen a dos hombres que estaban con sus perros. Las víctimas, al verlos, deciden correr y, por suerte, el guardia les abrió la puerta para entrar.

“Los afectados arriendan aquí, cerca de un año. Estamos bastante asustados y preocupados porque tenemos entendido que se trataría de una banda (los criminales del taxi)”, comentó a EXTRA un morador que prefirió no identificarse.

Ahora la novedad ha hecho que nadie salga de sus casas y que se desconfíe de todo aquel desconocido que llegue a las puertas del conjunto.

Los delitos

Pero este sector no es el único afectado por los robos. Cerca se encuentra la zona de San Isidro de El Inca, hasta donde también se han extendido los delitos.

Carlos Andrade, morador de este último sector y administrador de conjuntos, indicó que el modo de operar de los delincuentes no solo se da a bordo de taxis, aparentemente legales. “También hemos conocido que atacan en motos. Lo preocupante es que no solo roban, sino que hacen daño, como estuvo a punto de pasar con los vecinos de Amagasí deEl Inca”, detalló el residente.

Por ello, Andrade y sus vecinos se han organizado desde hace tiempo para colocar cámaras de seguridad, contratar guardianía privada y estar en contacto con la Policía a fin de disminuir las amenazas.