Carlos Jarrín ha cogido como costumbre persignarse cada que pasa por el puente Juan León Mera, en Ambato de la provincia de Tungurahua.

Trabaja como reciclador y dos veces por semana va a recorrer el área para recolectar objetos de plásticos.

Asegura que por varias ocasiones ha escuchado voces entre la vegetación e incluso siente que lo siguen.

Sospecha que esas manifestaciones son de las almas en pena de quienes se han quitado la vida al lanzarse del puente, y es por eso que siempre reza y se persigna antes de pasar o adentrarse en el área.

Desde que esta obra fue inaugurada en el 2008, suman decenas de suicidios consumados.

Según los registros del ECU 911, solo entre el 2020 hasta lo que va de este 2021, unas cinco personas han perdido la vida al lanzarse del puente de 80 metros de altura.

En este año, son tres. “También se han logrado salvar, al menos, a otras cinco de quitarse la vida desde el puente”, informó el coronel Richard Karolys, jefe de la Subzona de Tungurahua.

La última víctima fue una persona, de 67 años de edad, que hasta el lunes 9 de agosto no estaba identificada. El suicidio ocurrió el domingo 8.

Según varios testigos, el hombre estaba con una mochila y primero la lanzó, pero nunca pensaron que él también se iba a botar. A los pocos minutos el hombre subió las barandas y se dejó llevar por la muerte.

El capitán Paulo Viteri, jefe de la Dinased en Tungurahua, informó que el cadáver fue encontrado a orillas del río Ambato y desconocían las causas que lo llevó a tomar esa decisión.

En marzo de este año, una joven mujer fue la primera en quitarse la vida lanzándose al vacío desde el puente. En julio fue un hombre, y las causas de esos de esos decesos serían por depresión ante la falta de empleo y no poder pagar sus deudas, según sus familiares. (YIE)