Una alerta de bomba desató la preocupación de los residentes y trabajadores de las calles Juan León Mera y Veintimilla, en el sector de La Mariscal, norte de Quito. Ocurrió poco antes de las 08:30 del jueves, 8 de septiembre de 2022.

Según Carlos Rubio, comandante del Distrito de Policía Eugenio Espejo, un edificio judicial sería el blanco de la amenaza.

Se trata de la Unidad Judicial Especializada de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia. Allí se llevaría a cabo una audiencia del caso Isspol (una trama de corrupción). Sin embargo, tras la alerta, la diligencia fue suspendida. Adicionalmente, dos cuadras a la redonda (calles Carrión, Reina Victoria y avenida Amazonas) fueron cercadas.

Fue por medio de una llamada telefónica al ECU-911 que se dio aviso sobre un supuesto artefacto explosivo colocado en uno de los pisos de esa dependencia judicial. De inmediato. La unidad antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) llegó al punto para inspeccionar cada una de las plantas. No encontraron nada.

Rubio explica que la primera medida fue evacuar a los trabajadores del sitio para revisar el edificio y evitar que se expongan a una situación de riesgo. El coordinador de audiencias indicó a la Policía que no encontraron algo sospechosos y que minutos antes de la llamada, todo se desenvolvía con normalidad.

Francisco Barros, un funcionario de esa dependencia, detalló que no es la primera vez que se da un incidente similar y que los trabajadores tiene establecida una ruta de escape ante estas amenazas. Él ha sido testigo de dos. “Siempre queda ese nerviosismo. Si notamos algo raro, lo avisamos de inmediato”, destacó.

Pese a que, al parecer, se trató de una falsa alarma, el hecho ocasionó que en ese sector el tráfico vehicular se volviera pesado y que la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) interviniera para desviar a los automotores por rutas aledañas. Media hora más tarde, todo fluía con tranquilidad.